20화

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Al despertar por la mañana, Jungkook no está. Taehyung ignora la sutil decepción para excusarse con sus padres diciéndoles que salió temprano a casa de Seokjin porque olvidaron engargolar un trabajo, le creen; ahora tiene otro par de horas para que sus heridas sanen, desea que su lobo esté de su lado. No va al colegio, huye de Seokjin para evitar reproches y pasa parte de la mañana en un consultorio alejado de la ciudad; revisan sus heridas y lo alientan a comprar analgésicos junto con dos extraños envases de ungüento, al parecer, eso agilizaría el proceso de curación. Esa misma noche, sabe que todavía no puede aparecerse en casa porque recibirá preguntas que es incapaz de responder, entonces miente diciendo que la pasará con sus amigos; así que se ve en la necesidad de llamar a Jungkook, reza porque conteste. Lo hace, así es como terminan en un parque cercano al vecindario de Jungkook, aunque Taehyung no lo sepa. 

     —Con esa tonalidad de morado, casi llegas a ser uno de nosotros —le molesta presionando el hematoma sobre su mejilla.

     —Auch, auch. No toques —le da un manotazo que hace reír al omega por sus quejidos. —No sé si es algo para celebrar.

     Jungkook se encoge de hombros. —Tú eras quien deseaba conocer nuestro mundo.

     —¿Sabes? El Taehyung de hace unas semanas no me representa —obtiene otra sonrisa. —Esto no puede volver a suceder o mis padres empezarán a sospechar, entonces estaré en problemas graves.

     —Creí que te daban la libertad.

     —No cuando esa libertad me deja herido —puede que la situación estuviese saliéndose un poco de control. —De cualquier manera —continua—, esa paliza me la merecía; admito que fui un poco idiota al retar a ese alfa.

     —Por primera vez escucho algo sensato saliendo de ti —se gana un gruñido. —Ahora debemos pensar donde pasaremos la noche.

     —¿Pasaremos? —enarca una ceja, curioso.

     —¿No es obvio que me llamaste porque no sabías que hacer? —hace al castaño bajar la mirada, avergonzado. —No es fatídico, ¿tienes idea de cuántas fiestas se esparcen alrededor de la ciudad? En alguna casa nos podemos colar, es mejor que estar en la calle.

     —¿Sueles hacer eso a... menudo? —Jungkook asiente, a la par que saca su móvil para buscar la información que necesita. —¿Llegas a pasar la noche en tu propia casa?

     —Si puedo evitarlo.

     —¿Tan malo es? —desde hace días, la curiosidad lo está matando. ¿Tiene derecho a preguntar? Le gusta creer que ahora su lazo de confianza es más fuerte.

     —Preferiría dormir bajo un puente antes que pasar la noche ahí —soluciona, sin más. —Así de malo.

     Taehyung traga saliva. —¿Puedo preguntar algo más?

     —¿Qué? —alarga un suspiro, fastidiado.

     —¿Esa es la razón porque Yoongi te procura tanto? —al menos por palabras de Jimin. —¿Es tan malo que él se preocupa así?

     Jungkook no va a responder eso. —Te lo dije —regresa a su celular. —Los Min podrán ser unos completos idiotas, pero funcionan como hermanos —esa es su señal para no insistir. —¿Prefieres pasar la noche en un vecindario recóndito o en la punta de un cerro?

     —¿La punta de un cerro? —se preocupa.

     —Allá —señala hacia las alejadas luces de los suburbios. —Hay fraccionamientos de enormes casas, pertenecen a empresarios; por lo tanto, sus hijos viven prácticamente solos. Hacen fiestas con frecuencia.

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