22화

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Es reducido, huele a limpiador de pisos aroma lavanda; está bien porque camuflajea sus fragancias entremezcladas, jazmines y petricor. Si a Taehyung le preguntaran cómo es que termino en el cuarto de escobas manoseando a Jungkook y comiéndole la boca, no sabría qué responder; primero estaban criticando gente afuera en el jardín, luego yendo por el pasillo para ir a comprar algo de beber y luego esto. Ahora tiene al omega pelirrojo atrapado contra la pared, suspirando entre sus brazos mientras desliza besos a través de su cuello; es paciente al humedecer la pálida piel, la sutil esencia a jazmines refrescándole.

     —Tenemos que ir a clase —murmura sin aliento, depositando descuidadas caricias en la espalda del alfa.

     —Ya sé —mordisquea el costado de su cuello, por el único placer de oírlo jadear. —Tengo que entregar un ensayo, de hecho —regresa a cruzar con sus relucientes ojitos anestesiados. 

     —¿El de Filosofía? —había estado quejándose sobre él hace dos noches.

     —Ajá —se aparta para recuperar su propio aire. —Y tú tienes examen —ahora que recuerda, se lo mencionó; decide empezar por acomodarse la ropa, en medio de la oscuridad es incapaz de hallar los botones. Eso y que sus manos aún tiemblan, ansiosas.

     Jungkook sonríe por lo bajo. —Sí, pero no me tomará ni siquiera diez minutos; así que puedo llegar tarde —lo atrae del cuello de su uniforme para abrocharle los botones, a Taehyung sí que le sorprende verlo ensartarlos sin esfuerzo. —Tengo buena vista nocturna —justifica.

     —¿Acaso tienes que hacerlo todo bien? —gruñe. —Un examen en diez minutos, qué presumido.

     —No es mi culpa que las matemáticas sean la definición de predecible —le regala una divertida palmada en el hombro cuando termina.

     —Qué miedo tener que competir contra ti para obtener un lugar en la universidad —se queja, mientras le arregla el cabello para poder salir; Jungkook no se mueve, acostumbrado a lo trivial de sus acciones.

     —Es por eso que no iré —abre la puerta del cuartillo. —Será mi regalo de graduación.

     —¿Cómo? —lo sigue enseguida, pasa por alto el rojizo de sus labios. —¿No irás a la universidad?

     —No.

     —¿Por qué? —su sorpresa desconcierta al pelirrojo, un poco.

     —Es costoso.

     —Pero... —él lo sabe, nunca lo dimensionó. —Eres demasiado inteligente, podrías conseguir una beca.

     —¿Con mi antecedentes? La de Daegu jamás me aceptaría —su calma consterna aún más al castaño. —E incluso si me becaran en Seoul o cualquier otro lugar, tendría que pagar la renta.

     —Vaya —deja ir el aire. —Jamás había pensado en ello.

     —Claro que no, tus padres firman todas las facturas —no es reproche, más se siente regañado.

     —¿Y... te gustaría ir?

     Encoge los hombros. —¿Por qué pensar en algo que no será?

     —¿Jamás lo has considerado? Quiero decir... ¿qué te gustaría hacer?

     Jungkook se detiene a mitad del pasillo. —Llegarás tarde para tu entrega —señala al otro lado, donde su siguiente clase se encuentra.

     —Pero-

     —Te veo al rato —se da vuelta y sube por la escalera, hacia su clase.

     Taehyung resopla, ¿por qué siempre evadía las situaciones serias?

DelicateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora