23화

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Había pasado toda la noche soportando a Yoongi y su emoción oculta por el campamento, nunca le vio tan insistente en dejar todo perfecto aunque todavía faltase un día; en otro tipo de circunstancias, lo vería alistar todo esa misma mañana. Lo peor es que él lo siguió en esa labor, ¿qué les está pasando? Así es como llega dubitativo la mañana del jueves, saldrían el viernes y él tendría que pasar a su casa por más ropa; él solo pensamiento es tortuoso, pero bueno ¿qué se le va a hacer?

     —Buenos días —es abordado apenas ingresar al pasillo, el brillo matutino de Taehyung lo ciega durante un instante; así que lo observa con el ceño fruncido.

     —¿Buenos días? —enarca una ceja, lo cual empeora cuando el alfa extiende una bolsa del autoservicio en su dirección. —¿Qué es eso? —insiste en que la tome, y lo hace.

     —Pase a comprar en la mañana —encoge los hombros. —Compré por error una leche que no me gusta, así que debí comprar otra; para que no te quejaras por darte mis desperdicios o algo que seguro habrías dicho de contártelo, también te compré unas galletas.

     Desconcierto. Jungkook observa al interior de la bolsa y luego al nervioso castaño que camina con fingido desinterés. —¿Y no pudiste solo pedir un reembolso? —igual saca el envase de la leche para probarlo.

     —No quise ser descortés.

     —Claro —bufa, pero igual se traga la excusa pasándola con leche de banana.  —Gracias, supongo.

     —Arreglé las cosas con Seokjin —se decide por contar. —O algo así —contestó su llamada, debe significar algo. —Le prometí que podría golpearme si me perdonaba.

     —Una propuesta difícil de rechazar —asiente extrayendo las galletas también, uy, tienen chispas. —Entonces, ¿lo hablaron?

     —Eh... —no precisamente. —Lo haremos, irá al campamento también.

     —Oh —llama su atención. —Entonces, ¿irás con él? —era su amigo, ¿cierto? Siempre iban juntos, aparte con quién iría Seokjin si...

     —No —responde al instante. —Ya había quedado contigo, ¿no?

     —No me importa si al final decides irte con él —la mentira sabe a chispas de chocolate y leche fría.

     —Sé que no, pero ya habíamos quedado. Así que te aguantas —hace al omega sonreír, más no alcanza a verlo porque está lo suficientemente nervioso para no mirar en su dirección. 

     —Si no tengo opción...

     —Pues no, no tienes —se detienen al mitad del pasillo, donde sus caminos se dividen. —Ah, y se me olvidaba.

     —¿Huh?

     Taehyung saca un chupete de cereza de su bolsillo y se lo da. —Te veo en el almuerzo —antes que pueda objetar, se marcha a su clase.

     Jungkook resopla una sonrisa, lo ha visto todo; su sonrojo, sus manos temblorosas y el suave tono de su voz incluso si 'discuten'. Sin embargo, lo deja pasar; finge demencia y camina hasta su siguiente clase mientras termina la leche. El resto es tedioso; indicaciones finales para la ida al campamento, entrega de algunas calificaciones y un idiota que le pide hacerse pasar por su novio durante el viaje escolar. Es irritante ver a las personas esforzarse demasiado por obtener algo, bufa después de rechazarlo y darle un golpecito en la frente; camina con calma directo a la cafetería, una sonrisa deslizándose sobre sus labios cuando encuentra a Taehyung en la fila.

     —¿Escuchaste las indicaciones? Tienen prohibido el alcohol —dice a sus espaldas formándose también; tiene antojo de fideos.

     —Como si fuesen a hacer caso —coloca su charola y permite que la amable cocinera le sirva, agradece con una reverencia. —Ni siquiera revisan las maletas.

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