10화

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No estuvieron mucho tiempo arriba  del puente, en parte porque Jungkook moría de frío y porque la carrera recién terminó. Aparte, incluso si Taehyung no deseaba admitirlo, Yoongi se había lastimado en la carrera y quería verificarse que Jimin no se iba a desmayar por ver la sangre de su amado. Un pequeño grupo rodea al alfa pelimenta, llevan un pequeño botiquín y Jimin ayuda a darle los primeros auxilios.

       —¿Ves? Distraído —murmura Jungkook antes de apartarse para ir por algo de beber.

        La herida no es grave, pero resulta escandalosa su sangre. Taehyung admite que admira su talento para correr, ha sido emocionante verlos competir; no fue tan malo estar apartados. Piensa decirle a Jungkook, sin embargo, cuando lo busca con la mirada ya está con otro alfa; es un pelinegro de ojos felinos que compitió con Yoongi, Taehyung asume que se trata del hermano. El pelirrojo dijo que no deseaba verlo: no luce incómodo al hablar con él, así que Taehyung lo deja ser. No cree que necesite de su ayuda, Jungkook es del tipo que puede cuidarse solo. Eso lo sabe bien, más no deja de causarle un irritante nivel de incomodidad. ¿Cómo un chico así saldría con Jungkook? Es casi cinco años más grande, sin contar que salieron cuando Jungkook era todavía más chico. Quizá exagera, le da la sensación de que se ha aprovechado.

       —Tae —llama su mejor amigo, la preocupada mirada de Jimin le busca entre los curiosos. —¿Puedes traerme más gasas? Están en el coche de allá —señala al Porsche de los 80's azul oscuro.

      El alfa asiente yendo inmediato, le gustaría negarse a esperar que Yoongi se desangre; pero uno, sabe que la herida no es tan grave; y dos, no es correcto. A veces su moral aparece en los momentos menos adecuados, suspira buscando en los asientos traseros; huele a cigarrillo y eucalipto, ni siquiera sabe a qué alfa le pertenece pero no importa cuando halla su objetivo. Planea regresar, o es así hasta que escucha a alguien decir:

       —Creo que Jungkook le daba un poco más de suerte —un rubio fuma junto a otro par, los tres mirando hacia donde Min es atendido. —Aunque ese omega seguro es bueno para algo más —la diversión en su voz es seguida por la aprobación del otro par.

       El frío de la noche eriza su vello o quizás es la incomodidad de tener a Min Mingi cerca. Jungkook escucha sus excusas, las mismas frases trilladas de siempre; tal vez fue mala idea pararse ahí cuando sabía que este alfa iría, pero pensó que si traía a Taehyung lo dejaría tranquilo, al menos hoy. Por primera vez, en un buen tiempo, se equivocó; puede que debido a pensar desde sus anhelos y no desde su razonamiento.

      —Tienes que dejar de meterte en problemas, Jungkook. Hablo en serio, Yoongi me contó que la semana pasada terminaron en el ministerio público, esto ya es-

       —Aburrido —le detiene, cansado de sermones. —Esto ya es aburrido —Mingi gruñe por lo bajo. —¿Puedes dejar de fingir que te importa lo que digan sobre mí? Es patético, eres mal actor.

       —Me importa.

       —Pues no debería, nada de lo que suceda conmigo es problema tuyo. Será mejor que te lo metas en la cabeza, o vive con la frustración. No me importa, pero déjame tranquilo —toma su vaso para irse, necesita un respiro.

       —Esta conversación aun no termina, Jungkook —le pesca del brazo antes que pueda huir. —Solo intento... —ambos se apartan del otro cuando un eco resuena alrededor; tres motocicletas han caído en dominó.

       —¿Tae... hyung? —Jungkook frunce el ceño cuando distingue a cierto castaño empezar una riña con otro sujeto; rueda los ojos, debe ser un chiste.

       —¿Lo conoces? —el menor da un asentimiento agitado. —Pues le están dando una paliza.

       Sí, eso parece. Pronto la multitud se olvida de Yoongi para mirar al par de alfas que rueda por el suelo; el pelinegro es dos cabezas más grande que Taehyung, y el castaño... Bueno, ¿cuándo fue la última vez que peleó con alguien? En jardín de niños, cuando le robaron su caja de crayones favoritos. Jungkook se sujeta el puente de la nariz, lo único que faltaba.

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