Para la tercera semana del romace adolescente del año, Kim Taehyung ya estaba empezando a sentir urticaria; una de verdad. Y es que esa relación debía ser un chiste; en veintiún días, se habían fugado quince veces, fueron llamados a la oficina del director doce, Jimin no llegó a dormir ocho y Yoongi se había metido en cuatro peleas por los bocazas que decían tonterías sobre su relación. Cuando Kim Seokjin dijo que a Park Jimin le gustaba el drama, no lo dijo tan en serio; o más bien, le hubiese gustado que no fuese tan en serio. Por otro lado, Taehyung sabía que ese amorío iba para peor entre más se parecían a Bonnie y Clyde. Los padres de Jimin estaban preocupados, incluso sus padres lo estaban; es decir, conocían a Jimin desde pequeño, era amigo de su hijo y hasta creyeron que algo más. Todo mundo estaba expectante y Taehyung se estaba cansando de ser un espectador en ese drama. ¿Es que nadie iba a hacer nada? Se obligó a creer que debía ser ese alguien, esta debía ser su prueba final como su destinado; la terquedad es una enemiga.
—... esperas que crea que le darás un ¿ultimátum? —Seokjin se burla justo en sus narices. —En las últimas semanas has alentado esa relación, Tae. No puedes ser directo con Jimin, no si eso significa: uno, hacerlo sentir mal; o dos, confesarte.
—Soy su mejor amigo, ¿qué tipo de amigo sería si no le hago ver que esa relación le hace daño? —aparte, toda la situación ya le da náuseas; no ha comido o dormido bien de la preocupación, quizá es algo más.
—Son problemáticos —admite. —Pero Yoongi lo trata bien y Jimin parece feliz.
—¿Los estás defendiendo? —le observa, incrédulo.
—No —no del todo. —Solo digo que deberías ser sincero con tus motivos; quieres que Jimin salga de esa relación porque no es lo que te gustaría para él, pero.... ¿Y si es lo que él quiere?
—Los estás defendiendo —bufa, claro, lo que le faltaba.
—Solo digo que mientras nadie vaya a prisión... o nadie muera.
—Necesito aire —decide dejando su almuerzo para salir de la cafetería, no hay tiempo para filosofía liberal.
Los pasillos están desérticos, nadie parece consciente de la tormenta que se desata en cabeza de ese alfa castaño. Es agotador, nunca pensó que esperar sería cansado; lo es. Ama a Jimin, lo sabe con certeza; lo ha cuidado desde que tiene uso de razón, le gusta cada detalle de él, su humor y hasta las inseguridades que fueron insertadas por sus padres. Han sido amigos desde hace años y planea tenerlo en su vida por muchos años más; sin embargo, nunca consideró que fuese un amor egoísta. Quería darle la libertad a Jimin, la libertad de elegirlo cuando él lo creyese oportuno; él podía esperarlo toda la vida, su amor se veía reflejado en eso... en la paciencia. Pero ¿cómo ser paciente cuando mantiene su vida al límite todos los días? Yendo a lugares de mala pinta, subiendo a esa motocicleta y metiéndose en todo tipo de problemas. Por primera vez, en mucho tiempo, le dolió ese pensamiento de: 'yo no te trataría así'. Taehyung sabía que podía ser mejor que Min Yoongi, un alfa de verdad; y lo odiaba porque sonaba a puro narcicismo, justo lo que dijo Jungk-
—Estoy tratando de hacer esto por las buenas —suena cansado, Kim Taehyung se detiene de golpe ante esas voces; una bien conocida.
—No te conviene meterte en esto, Jungkook.
—Yah~ ¿eso fue una amenaza, Kang? Porque a ti no te conviene hablarme en ese tono —están a la vuelta del pasillo, pero Taehyung ve a través del reflejo de la puerta del baño que Jungkook está de pie frente a un alfa.
—Sé quién eres, Jeon. Jihyo fue una estúpida al creer que enviarte funcionaría conmigo, no te tengo miedo.
—Te recomiendo que no hagas esto personal —dice, tranquilo. —Solo aléjate de ella... o afronta las consecuencias.
ESTÁS LEYENDO
Delicate
Fanfiction-- Mi reputación nunca ha sido mejor, así que debo gustarte por quien soy -- Taehyung daría su vida por cuidar al omega del cual está enamorado, su "destinado" y mejor amigo, Park Jimin. Sin embargo, no puede hacer muc...