Capitulo 6

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Narra Jari:

Estoy recostada en la camilla con los ojos cerrados tratado de que se calme mi dolor de cabeza y intentado calmarme porque me quiere agarrar una crisis, mi cabeza no deja de maquinar malos pensamientos como:
¿Y si eso le causa problemas al señor Rossi?.
¿Si me echan del trabajo?
¿qué dirá el señor orozco al enterase del problema que causé? El encargado de la tienda.
¿Y si el idiota me hace algo a mi o al señor Rossi en venganza por lo que le hicimos?
¿Y si me manda a mata?
Hay no que miedo, yo no quería causar eso donde estará el doctor será que me puedo tomar unas gotas de las que me recetó el psicólogo para cuando me ataque una crisis, se me salen unas cuantas lágrimas del decespero, empiezo a temblar del miedo, estoy a punto de ponerme a llorar cuando escucho que abren la puerta y entra el chico sexy, perdon el señor Rossi. Entra con una sonrisa pero al verme se le borra al instante y su cara se llena de preocupación.

- ¿Qué pasa Jari te duele algo?. Dice acercándose a la cama y con preocupación.

-Una tontería, no es nada ya se me pasará no se preocupe. Le digo y veo como su cara cambia a una de seriedad, huy señor ya se enojó conmigo.

-Estas temblando y al borde del llanto y dices que es una tontería, ¿habla qué pasa?. Me dice en tono autoritario.

-No me hable así que estoy sencible. Le digo con un puchero y se me sale otra lagrima.

-Hay mujer me pones de los nervios, perdona mi tono solo me preocupé, ¿podrias decirme que tienes por favor?. Dice un poco irritado y suavizando su rostro.

-Solo no se ría de mi por favor, es que es algo que no controlo y me pasa de siempre. Le digo un tanto incomoda, no me gusta que la gente sepa mi problema y después me miren como si fuera anormal.

-Lo prometo, no tengo porque reírme de tu problema. Me dice con su serio rostro de vuelta.

-Lo que pasa es que estoy nerviosa por lo que pasó, en el momento no me puse así por la subida de adrenalina que no me dio tiempo de pensar en nada, pero tengo miedo de que el cliente pueda tomar represalia ante nosotros, qué le de una mala reseña a la joyería, qué lo meta en problemas a usted, o que los demás piense que yo lo estaba seduciendo o algo. Le digo todo rapidito pero al parecer me entendió lo que dije ya qué lo noto analizando lo que acabo de decir.

Narra Alejandro:

Escucho todo lo que acaba de decir y siento que le falta un pedazo qué no me lo dijo todo completo, por como lo dijo rápido y lo incomoda que esta, hay angelito ya averiguare qué ocultas y el porqué no me lo dices.

-No tienes porque temer no me va a causar probremas para nada y a ti menos, con respecto al trabajo soy el jefe, me importa lo que piensen lo demás yo estuve ahí y se lo que pasó. Le digo para tratar de que se calme.

Por supuesto que el hijo de puta ese no va hacer nada contra ella y menos conmigo a menos que quera quedarse sin sus extremidades y con un agujero en el cráneo, ya me encargaré de como hacerlo quebrar para que aprenda qué con Alejandro Rossi y uno de los suyos no se mete nadie.

-Aun así se ve que tiene dinero y que nos va a causar problemas, de veras que lo siento mucho no quería qué esto sucediera.

Me dice con lágrimas en los ojos, como si no acabará de oír lo que dije esta en una especie de negación, qué será lo que tiene que no la deja porocesar todo rápido y salir de ese trance en el que se encuentra. Me acerco a ella y le limpió sus hermosas mejillas qué en ves de estar sonrojadas con una linda sonrisa adornando su perfecto rostro, están rojas y húmedas a causa del llanto, me duele verla así quiero aliviar todo lo que esta sintiendo ese maldito, todo lo que causó merece que le corte la otra mano por las lágrimas derramadas de mi ángel, espera a que Josep me traiga lo que le pedí te voy a refundir en la miseria por meterte con quien no debías maldito hijo de puta.

-Relajate que no voy a permitir que te pase nada malo y no vas a peder tu trabajo de eso me encargo yo. Le digo veo como levanta su mirada y me perdí en el verde electrizante de sus ojos, son tan hermosos y puros qué siento que me tranquilizan mi alma, bajo mi mirada a sus labios qué están entre abiertos y con una de mis manos qué reposaba en su mejilla los toco, paso el dedo pulgar por ellos trazando esos carnosos labios, me inclino a besarla como si estuviera poseído por ella y cuando estaba casi por rosarlos alguien abre la puerta y pega un grito qué nos saca del trance en el que nos encontrábamos.

-¡Jari! ¿Como estas? ¿Como te sientes?
¿Estas bien?. voy a matar a ese maldito y arrancale las pelotas por hacerte esto ¿Quien es, donde esta?. Dice escandalosamente la otra chica que estaba atendiendo con ella.

-Sara calmate estoy bien, no es para tanto solo fue un corte en mi frente. Dice Jari tratando de que se relaje, si qué lo haga porque ese grito con el que entró hizo qué me dolieran los tímpanos, casi me los revienta.

-Como qué me calme solo tenia que golpear al maldito qué intento pegarte no que te golpeara a ti también, inútil ese. Dice con rabia y desprecio en sus palabra, ok ya me estoy enojando quien se cree está para venir a tratarme de inútil a mi, se que fue mi error el que la golpeara pero no fue a propósito.

-Señorita a quien piensa arrancarle las pelotas y trata de inútil esta aquí a su lado. Voltea a verme con enojo y al mirame veo como su cara cambia a una de asombro y temor, así es chica soy Alejandro Rossi no puedes insultame así como así, pienso con orgullo.

-Señor Rossi no sabía que era usted, disculpe mi falta. Me dice toda temorosa, al parecer sabe también mi oficio de mafioso.

-Descuida, solo mide tus palabras la próxima.

-Esta bien señor no volverá a pasar.

Veo como su amiga Jari la ve con cara de interrogante y confundida, al parecer ella no sabe a lo que me dedico como tal y no quiero que lo sepa, después de ver como se altera seguro y renuncia con tal de estar lejos de mi y es lo último que deseo.
Me acerco a la amiga y le susurro al oído que no le diga nada de mi profesión con respecto a la mafia o ya sabe como le va, me mira con terror pero asiente en señal de comprender.

- Bueno señoritas, las dejo voy hacer una llamada y ver porque se tarda el doctor las dejo solas.

-Gracias Alejandro no tienes porque quedarte ya me ayudaste mucho, me pudo ir con mi amiga. Me dice Jari y su amiga la ve con asombro supongo que por llamarme por mi nombre directamente ya qué nadie lo tiene permitido solo mi familia.

- Yo te voy a llevar hasta tu casa para cerciorarme de que todo esté bien, ya vuelvo.
Y con eso último salgo y llamo a Josep a ver que a averiguado.

Hasta aquí llegamos con este capitulo, parece que el mafioso quiere ver bajo tierra al cliente grosero jajaja.

Poniendo Al Mafioso De Los Nervios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora