» ¿Qué es lo que pasa cuando te armas de valor y te decides a conquistar a la Alfa más popular y sarcástica de todo Hastings? «
Melanie Dashton tenía algo claro en la vida; ser silenciosa, prudente y no enamorarse de la persona incorrecta.
Pero la...
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Me encuentro entre la espada y la pared ante esta culminante situación con mi ex mejor amiga.
—Tus amenazas no me van a lastimar y ni mucho menos a afectar —le dije, la verdad es que todavía estoy enojada con ella y con Hoffman por lo que sucedió. Pese a que congeniamos bastante bien, e hicimos ese "click" que haces con otras personas que se vuelven parte de tu vida, todo... Fue un desastre. Y no quiero volver a repetirlo.
—Eso dices pero por dentro estás que te cagas del puto susto. Y para tu desgracia ya se lo dije a todo el mundo.
—Eso... Eso no... —por un momento me olvido de como hablar.
—Ja, ja —se burla, tal cual como una villana—. Eres tan patética. Tal y como dijo Samantha.
—La única patética aquí eres tú, tú eres la que está usando estos métodos tan lamentables para hacer daño.
—Como si me importará pendeja —resoplo y un momento después se dirigió hacia mi y dijo: —Ella y yo estamos saliendo. Jamás se habría fijado en ti. Tan solo mírate.
—No me importa —expresé. —Ahora vete.
—No me des órdenes segundona —dijo—. O deberé decir, plato de segunda mesa, ja, ja.
—Pues este plato de segunda mesa, fue su opción en algún momento, pero eso no es todo. Tanto esta fallando su relación, que tuviste que decirle a la jodida de Hoffman que viniera tras de mi para divertirse, porque su relación se está muriendo.
—¡Eres una maldita...!
—Con permiso —la interrumpí tras haber tomado todas mis cosas.
Camine hacia la puerta y le dije en la puerta a Ashley: —Ah, y dile a Hoffman que ni me gustaba tanto.
Y ahora sí, me fui del salón.
***
—¡Es mi fin! —dije escandalizada.
—A ver, de todas formas tarde o temprano se iba a enterar —dijo Lucía.
—¡Si pero no quería que fuera así! —dije haciéndome bolita en mi lugar.
—Ay —Lucía me acarició el cabello. —Allison se lo va a tomar bien. La conozco desde hace dos años. Ella no es de las que se burlan de los sentimientos de los demás.
—¿Estás... Segura? —pregunté no muy convencida.
—Estoy más que segura. Confía en mí.
—Bueno...
Martes.
El segundo día de la semana es el más pesado de todos. Tenemos examen de Historia y por si fuese poco, todo lo que estudie ya se me olvidó.
