44 - Antes de la tormenta I 💫

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ALLISON RODRÍGUEZ

—Eres una vergüenza y deshonra para nuestra familia —me dijo esa señora que no considero para nada mi madre

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—Eres una vergüenza y deshonra para nuestra familia —me dijo esa señora que no considero para nada mi madre. —¡Una completa deshonra y vergüenza!

—Me importa un carajo lo que pienses —le dije. —¡¿Dices qué yo soy una deshonra?! Pues prefiero serlo, antes que cumplir todos tus chantajes.

—¡Por eso nunca serás por completo una Alfa! —alzó la voz. —No tienes lo que se necesita para ser una alfa de verdad.

—¡¿Y tú si?! —repuse con gracia. —No me hagas reír.

—¡No te atrevas a responderme así! —espetó. —¡Soy tu madre y me debes respeto! ¡¿Oíste, mocosa?!

—Lo único que oí es; bla bla bla me creo mucho, porque soy la dueña de una empresa.

—¡Mide bien tus palabras! —antes de que pudiera decir algo más, me dió una cachetada y me sobé la mejilla adolorida—. ¡De ahora en adelante harás todo lo que te digamos! —espetó furiosa. —¡¿Entendiste?!

Me burlé.

—Ni estando muerta lo haré —le dije.

Y sin más, salí azotando la puerta, pero no contaba con que afuera estaría Jace.

—¿A dónde vas? —me dijo.

—No te importa —respondí a la defensiva.

—No puedes irte. Tienes que asistir a los preparativos de la boda —dijo esa señora que es mi madre, pero que odio con toda mi alma. —Jace, prepara el auto.

—A la orden.

—¡No me casaré con ella, entiende de una puta vez! —espeté hecha una furia.

—¡Atrévete a levantarme la voz de nuevo y...!

—¡¿O sino qué?! —la interrumpí—. ¡¿Me golpearas de nuevo?!

—Es una discusión familiar, pero nada más, no se preocupen —habló ella, confundiendome—. No hagas un escándalo en la calle. Sino quieres que le haga la vida miserable a Dashton. —finalizó cerca de mi oído. —Nosotras ya nos íbamos, ¿verdad cariño?

Había gente mirándonos a la distancia. Con eso comprendí su actitud.

—Te odio. Eres una maldita sínica —le dije en un susurro apenas audible con todo el odio que le tenía.

—Ya está encendido el auto —dijo Jace.

—Vámonos. —dijo ella subiéndose al porsche y colocándose unas gafas de sol con una sonrisa de autosuficiencia.

Sin más opción, me subí al auto destrozada.

No quiero... Mel...

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TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora