14 - Fiesta de Bienvenida I 🪐

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Geraldine Smithers en multimedia.

MELANIE DASHTON

Finalmente el día de la fiesta de bienvenida ya había llegado en un simple parpadeo

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Finalmente el día de la fiesta de bienvenida ya había llegado en un simple parpadeo.

Dios, qué nervios.

—Vámonos —dijo Lucía, quien se acababa de terminar de maquillar.

Cogí mi brazo derecho con la mano izquierda y miré a mis amigas con nervios.

—V-Vámonos...

Y con eso dicho, nos fuimos de camino al bachillerato.




Llegamos al bachillerato y entramos. Lucía a diferencia de mi y de Camila, le gusta sobresalir. Ella es de las que sobresalen sin hacer mucho esfuerzo, su cabello pelirrojo rizado y esos ojos verdes combinados con un estilo dark, son los que atraen las miradas de más de uno interesado. Lucía, mira a los lados, mientras porta un vestido negro ceñido a su cuerpo, junto a unas botas negras. Mientras que Camila lleva un vestido negro aesthetic, con tacones negros y de peinado un moño, y conservando sus gafas negras. Y por último yo llevo un vestido de color azul oscuro, que deja al descubierto mis brazos y un poco mis hombros. Seguido de unas zapatillas lisas, y mi cabello rubio suelto.

—Hola guapas —nos saludo Kyle en cuanto nos vió, pero en realidad el piropo iba más para Lucía.

—¿Qué hay tío? —respondió Lucía.

—Demasiado bien, ahora que estás aquí.

—Che —habló Camila, quien se había mantenido callada hasta ahora—. ¿Qué venís a hacer acá?

—Solo quería saludarlas —respondió alzando las manos con una amplia sonrisa.

—Ya —dijo Camila.

—¿Bailarias conmigo? —le pidió Kyle a Lucía.

—Gracias por la invitación —contestó Lucía. —Pero quiero invitar a alguien más.

—No hay problema —dijo Kyle y posteriormente se fue.

.

.

.

Seguido de eso, mis amigas y yo entramos por la gran puerta principal y nos adentramos en un ambiente ambientado de una fiesta con tonos azules, literalmente todo es azul, el piso se ve azul, las luces son azules, y la mayoría de decoraciones son de color azul.

Acto seguido nos acercamos a la mesa a coger ponche, y en la entrada ví a Allison entrar acompañada de una chica morena y de cabello castaño claro rizado. Allison portaba un vestido de color negro ceñido a su cuerpo, que dejaba al descubierto sus brazos y hombros. Traía unos tirantes en medio de sus hombros, y un collar de color dorado en el cuello. Y de peinado, traía el cabello peinado hacia la derecha, en forma de cascada. Se ve tan preciosa... En cambio su acompañante, es morena y sus ojos son de color cafés, un poco más oscuros comparados a los de Allison. Es realmente bella esa chica, todo en ella deslumbra, su vestido rojo ceñido a su cuerpo, la hace deslumbrar aún más de lo que ya lo hace. Los ojos de Allison se cruzan con su acompañante, mientras sostiene su cintura.

—Madre mía —dijo Lucía.

—Woah... —susurre.

—¿Quién será esa mina?

—No lo sé... —dije hipnotizada.

Posteriormente el cuerpo de Allison se acercó hacia mi, pero no era precisamente para saludarme, sino para coger ponche.

—Hey —me saludó Allison.

—Hey... —respondí nerviosa.

—Hola —dijo la acompañante de Allison.

—Hola —le dije—. S-Soy Melanie Dashton, ¿y tú...?

—Soy Geraldine Smithers — respondió y me extendió su mano, la cual cogí en un acto amistoso.

—Bueno, nos tenemos que ir —habló Allison. —Nos vemos.

—Hasta luego... —dije y posteriormente se fueron.



ALLISON RODRÍGUEZ




Geraldine me había hipnotizado con su aspecto. Ese vestido rojo la hacía deslumbrar más de lo que ya lo hacía.

—Te ves tan sexy... —le susurré cuando estuvimos a solas.

—Usted tampoco se queda atrás, señorita Rodríguez.

—¿Ahora soy señorita?

—Sí.

—Jajaja —me reí y posteriormente la bese.

Lleve mis manos a su cintura, y poco después descubrí su cuerpo. Toque sus pechos, mientras ella gimoteaba ante mi acción, pero Geraldine no se quedó quieta, al contrario, busco mi pecho y acalorada me puso las manos en mi pecho, y poco después empezó a desvestirme, pero la detuve.

—No me siento cómoda con eso... —le dije.

—Perdón, por un momento creí que te gustaría...

—No te preocupes.

—Quizás deberíamos regresar —dijo Geraldine.

—Sí, sería lo mejor.

Y eso hicimos.

Estábamos conversando sobre nada interesante, hasta que escuché sobre un juego que captó mi atención.

El juego consistía en vendarle los ojos a una persona y que se besará con otra persona también vendada de los ojos.

Ante esta situación, le dije a Geraldine que participaramos y ella acepto.

Posteriormente nos acercamos a donde estaban los demás participantes, y un segundo después me vendaron los ojos.

Me llevaron a un salón a ciegas y ahí espere a Geraldine.





MELANIE DASHTON




Busqué a mis amigas, las cuales había perdido de vista, no sé dónde rayos se metieron —vete tu a saber— por todo el salón. Pero no había rastro de ellas, así que le pregunté a una amiga de Lucía si la había visto, y me dijo que entro a un salón llamado: "A ciegas" un nombre bastante peculiar, si me lo preguntas.

Entré al lugar con la esperanza de encontrarlas.

Pero en su lugar me vendaron los ojos y me llevaron a un salón.

—¡Yo no quiero participar! —repliqué. —¡Yo solo venía a buscar a mis amigas! ¡¿Me está escuchando?!

Silencio.

Más silencio.

Demonios...

¿Y ahora qué haré?

No pude pensar con claridad cuando olí a manzanas.

¿Allison?

Iba a hablar, pero en ese momento sentí la respiración de esa persona contra mis labios. Lo que me erizo la piel.

Me quedé como estatua, al sentir el aroma de manzanas contra mi rostro, es tan adictivo ese olor. Pero las cosas no acabaron ahí.

Pues un segundo después, me besó.

TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora