MELANIE DASHTON
En un simple parpadeo, ya se había llegado la graduación.
Mientras que yo portaba una toga negra, y un sombrero negro con bordes rojos, miraba a mi alrededor. Sin poder creer, que finalmente hoy es el día de la graduación.
—Finalmente se llegó este día —comentó Lucía estirando sus brazos.
—Y si —dije yo, bostezando. —Finalmente se llegó el día. No puedo creerlo.
—Silencio —aseveró la profesora de Química. María Elena Jiménez.
—Vale, lo sentimos... —añadió Lucía.
Y posteriormente, pasaron los de los otros grupos, es decir, el 502 y el 503 al escenario, cerca de donde estábamos mi grupo y yo.
—Muchachos, hoy me enorgullece verlos salir de aquí —habló la profesora de Química, mediante un micrófono, que traía en sus manos un momento después: —Puede que para muchos, o más bien, para muchos, yo sea una amargada, conocida por ponerles tareas difíciles. Pero todo lo hice con el mejor de los bienes hacia ustedes. Para prepararlos... Y el día de hoy, me complace verlos salir. Y jóvenes, quiero decirles... Que todo está a su alcance. Persigan sus sueños. No se detengan. Luchen por su futuro.
Y justo cuando terminó el discurso de la profesora María Elena, los aplausos no tardaron en escucharse.
—Qué bonito discurso —susurró Ivonne.
—¿Te gustó el discurso, Ivonne? —pregunté yo sorprendida.
—¿Qué? ¡Claro que no! —añadió Ivonne. —Pufff, qué tontería. No me hables.
Yo solamente me límite a sonreír.
Ivonne Hadson, o mejor conocida, como la rubia teñida, tiene un corazón como todo el mundo. Solo que... Es difícil notarlo a primera vista. Pero lo tiene.
—Guarden silencio —volvió a hablar, la profesora María Elena Jiménez.
La profesora María Elena Jiménez, es buena persona, aunque... Igual, me causa curiosidad, saber, más de la profesora María Elena Jiménez, y porque odia tanto el amor. Seguro que hay una historia detrás de eso.
—Ha demostrado esa cabezotas —habló Lucía señalando a Ivonne. —Que tiene un lado sensible y humano. ¡Madre mía! Me he equivocado con ella.
—Digo lo mismo —dijo Allison con una tenue sonrisa.
—Pase el primer grupo, osea el 501 adelante —ordenó el profesor de matemáticas.
Mi grupo y yo, acatamos a la orden.
—María Sánchez —nombró el director a la primera chica de la lista, la cual era María Sánchez.
Y así estuvimos un rato, mientras nombraban uno por uno, hasta que dieron con mi nombre y el de mis amigas.
ESTÁS LEYENDO
TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI
Ficção Adolescente» ¿Qué es lo que pasa cuando te armas de valor y te decides a conquistar a la Alfa más popular y sarcástica de todo Hastings? « Melanie Dashton tenía algo claro en la vida; ser silenciosa, prudente y no enamorarse de la persona incorrecta. Pero la...