32 - Clímax ❄️

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ALLISON RODRÍGUEZ

Melanie y yo salimos de clases juntas

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Melanie y yo salimos de clases juntas. Y fuimos hacia mi auto. Al llegar, bese con ternura a Melanie y ella me correspondió con su timidez propia. Esta chica me vuelve loca.

Pronto sentí como mi miembro se levantaba, hasta convertirse en una erección. Dolía como el infierno, por los apretados que estaban mis jeans.

Melanie me miró y después se sonrojo al mirar mi miembro, yo sonreí y la atraje hacia mi en un movimiento rápido.

—Allison... No puedo más... —me dijo Melanie.

—Te necesito Melanie —susurre con voz ronca contra su lóbulo.

—Y yo a ti...

Melanie se subió encima mío, mientras rozaba nuestras intimidades. Ella gemia timidamente, lo cual me prendía aún más.

—¿Qué pasó con mi chica tímida? —bromee.

—Ja, ja —se río tiernamente.

Sonreí completamente enamorada sin remedio.

Un momento después la abrace y le dije: —Si quieres podemos continuar otro día... No quiero presionarte.

—E-Estoy lista.

La bese colocando mis manos en sus mejillas y ella correspondió gustosamente.

Un momento después, Melanie me desabrochó el cierre de mis jeans, y dejó ver mi erección. Acarició por encima de la tela mi miembro y yo gemí roncamente. Me estoy volviendo loca.

—Melanie, necesito que seas mía.

—Ya soy tuya —dijo entrelazando nuestras manos.

Yo sonreí.

—Y yo también soy tuya.

Aunque no estaba convencida del todo, Melanie me besó y me dijo que deseaba esto conmigo. Por lo que, me quitó los jeans apretados de color azules oscuros, y acaricio mi miembro por encima de la delgada tela.

Poco después, Melanie me miró avergonzada y dijo: —¿Puedo?

Yo no podía con la situación.

—Si...

Melanie me quitó las bragas que traía puestas, y miró con asombro mi miembro.

Ando rondando entre los 18 centímetros.

—Todo me gusta de ti... —dijo Melanie antes de acariciar mi glande.

Y un momento después, acaricio todo el contorno, y lo introdujo en su delicada boca.

Yo gemí extasiada. Su boca y su lengua, humedecian y calentaban mi miembro, dándome un gran placer.

—Melanie... —la llamé. —Joder... Me voy a correr como sigas así.

TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora