capítulo 19

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Sus ojos se abrieron rápidamente a tal punto que sus pupilas tardaron unos segundos en reaccionar,tenia un terrible dolor de cabeza que se extendía de una sien a otra. Se levantó quedándose sentada en el suelo y lo primero que vieron sus ojos fue el rostro preocupado de Sergio el cual veía borroso, todavía sentía en su nariz el agradable olor típico del cloroformo y cuando su vista dejó de estar borrosa, miró hacia el sofá en donde había dejado a su pequeña dormida pero en aquel sofá no había nadie. Entró en pánico,  soltó un grito agonizante y pronto un horrible pitido se alojó en los oídos de Alicia, no podía creer que Victoria no estara con ella, temblores además de un punzante dolor en el pecho hicieron que Alicia no pudiese controlar sus nervios. El profesor tenía el corazón roto además de una preocupación enorme al ver a la pelirroja de aquella manera tan desesperada. Sabía que esto sería un momento duro para ellos y que no podría  aplacar la angustia de Alicia como madre, abrazó fuertemente a Alicia  e intentando calmarla del ataque de pánico que estaba sufriendo su odio y rabia contra Laura iba aumentando a medida que las lágrimas de Alicia caían por sus mejillas.

-Victoria!! - gritaba de forma desesperante una y otra vez. Lloraba y gritaba sin parar desconsoladamente a tal punto de llegar a desgarrar su garganta gritando el nombre de su hija.

-Alicia, tranquila la vamos a encontrar- le dijo Sergio mientras la abrazaba pero Alicia no controlaba su pánico.

Ella empujó al profesor hacia atrás y en una milésima de segundo dejó su estado de ansiedad y poniendo cara de furia agarró su arma del bolso junto con unas esposas y salió.

Buscando a Laura fue a su habitación pero allí no se encontraba, la furia y rabia de la pelirroja aumentaba cada segundo que pasaba y el profesor, por supuesto que iba detrás acompañándola. Bajaron rápidamente por las escaleras y Sergio sin saber que iba a hacer la pelirroja, la hizo parar agarrándola por el brazo.

-¿Que vamos hacer?  Preguntó él también nervioso.

-voy a por ellos, ellos saben dónde está mi hija- gritó ella con furia.

-vale, tú a por Laura, yo me encargo de Raúl- dijo él.

-Raul tiene un hijo ¿Podrías enviar algunos de tus serbios a la dirección que te dé?-preguntó ella queriendo tener el control de la situación y eso iba a conseguir.

-por supuesto que sí- contestó él

Alicia no esperó a Sergio y rápidamente golpeó la puerta del despacho para abrirla. Y sin darle a Laura tiempo para reaccionar se abalanzó sobre ella golpeándola fuertemente.

-eres una zorra, me has a decir ahora mismo donde está mi hija- le gritó ella mientras le pegaba.

Raúl fue a separarlas pero en ese momento Sergio entró y dándole un puñetazo en la boca, lo tumbó en el suelo. Alicia se encontraba encima de aquella mujer y no podía medir los golpes, la furia de haberla separado de su hija hacía que ella perdiera el control. Paró de golpearla y agarrándola de las muñecas la arrastró hacia el radiador que había en el despacho y la encadenó con sus antiguas esposas,las cuales nunca pensó usarlas nuevamente. Alicia se le quedó mirando fijamente reprimiendo las ganas que tenía de hacer desaparecer a esa mujer.

-Alicia, porfavor escúchame- dijo Raúl mientras Sergio lo tenía agarrado.

Ella se volteó y acercándose al hombre lo abofeteó.

-eres un miserable, te odio- le repetía una y otra vez  llorando de rabia mientras golpeaba fuertemente el pecho del hombre, él no se defendía, simplemente él sabía que había hecho mal pero las circunstancias de su vida le propiciaron a ello.

- ¿Dónde está mi hija? Preguntó Alicia mirándolo fijamente a los ojos.

-No lo sé.

La respuesta de aquel hombre hizo que ella se enfadara aún más.

-mira pedazo de imbécil, dos serbios de dos metros de altura están ahora mismo en la puerta de tu casa vigilando a tu pequeño Santiago, cómo le pase algo a mi hija tú no volverás a ver al tuyo.

La amenaza de Alicia hizo que Raúl se tensara por completo.

-Sí te atreves a tocar a mi sobrino te mataré- le dijo Laura alterada.

-No sabéis de lo que soy capaz de hacer- advirtió Alicia mientras se ponía de cuclillas enfrente de Laura.

-muy bien, ya que no habláis por las buenas tendrá que ser por las malas- sentenció ella después de un breve silencio.

Quitándose un pendiente de su oreja, quitó la tuerca y agarrando las manos de Laura, clavó brutalmente la aguja del pendiente debajo de cada una de las uñas de Laura.
Aquella mujer retorciendo se de dolor gritó:

-no sabemos dónde está tu hija zorra- gritó aquella mujer

-yo creo que si lo sabéis, y quiero la dirección ya!-

-de verdad que no lo sabemos- dijo Raúl seriamente.

-¿Sabes que vamos hacer?- le preguntó Alicia mientras quitaba las balas de su arma.

-vamos a jugar a la ruleta rusa- añadió dejando solamente una bala dentro de su pocket gun y colocando la pistola en la cabeza de Laura explicó:

- yo preguntó y tú contestas, por cada vez que me des una respuesta que yo no quiera apretaré el gatillo y en algún disparo la bala saldrá atravesando la cabeza de tu adorada hermanita.

-¿Dónde esta mi hija?-preguntó colocando la pistola en la cabeza de Laura.

-No lo sé!! Gritó aquel hombre.

-respuesta equivocada.

Alicia apretó el gatillo pero la bala no salió, el cilindro se giraba cada vez que ella apretaba el gatillo y por lo tanto la única bala que había en esa pistola estaba  cada vez más cerca de salir atravesando  el cañón de la pistola.

-¿Donde esta? Habla maldita sea! - gritó ella.

- de verdad que no lo sabemos joder! Nos contrató un señor rico para que le hiciéramos el trabajo- explicó Raúl.

-¿Qué mierda estás diciendo? ¿Quién tiene a mi hija?-

-el padre de tu esposo- contestó él.

Alicia no podía creer lo que ese hombre decía, ¿Cómo no pudo darse cuenta antes? Pensaba para sí misma cómo había sido tan estúpida, su suegro era un hombre bueno pero extremadamente difícil de tratar, influyente y millonario, en una sola palabra, era poderoso y eso complicaría el hecho de recuperar a su hija. Estaba en busca y captura por "ayudar" a la banda de ladrones más buscados a nivel mundial, esa situación no le permitía ni poner una demanda legal contra aquel hombre para recuperar a Victoria.
Las lagrimas de Alicia no paraban de bajar y tras un grito colosal empezó a golpear con los puños la pared hasta hacerse sangre.  No podía parar, la desesperación y angustia la habían dominado.
-Alicia basta- dijo el profesor haciendo que la pelirroja dejara de golpear con sus puños la pared.

Ella pudo controlarse un poco y agarrando un folio y un bolígrafo de la mesa se lo dio a Raúl
-apuntame ahí la direccion de la casa de ese hombre,ya!- ordenó ella.

Raúl obedeciendo, apuntó todo lo que le había pedido la pelirroja en el papel pero después de unos segundos, Alicia le arrancó el papel mientras él escribía.

-¿Sabes que? Que no me lo vas a apuntar, mejor vas a venir con nosotros y nos vas a llevar a la casa de ese hombre, ¿Te ha quedado claro?- dijo ella en tono autoritario.
-ahora dime todo lo que sabes, lo que ese hombre os dijo, quiero todo!! - añadió ella gritando.

- uno de sus hombres nos contactó por email, nos dijo que era un trabajo fácil a cambio de un buen dinero. Cuando fuimos al lugar donde nos habían citado, vimos que en efecto era un trabajo sencillo, coger a una niña y entregarla a su abuelo. El señor Allen nos dijo que tú te habías llevado a su nieta y ni siquiera la conocían. No le harán nada malo a tu hija, sólo querían estar con su nieta.

Alicia afirmó con la cabeza, y soltando un largo resoplo dijo:

-Pues los cuatro iremos allí, y reza para que mi hija este de vuelta porque sino tu jamás vas a estar con él tuyo- amenazó la pelirroja.

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Perdón por haber tardado tanto en actualizar no pude 😔. Espero que os haya gustado este capítulo ❤️❤️❤️

Un atraco al deseo (Sergio Marquina Y Alicia Sierra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora