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—¿Si sabes que tienes permiso para los deberes de esta semana?

Ella sisea con su mirada puesta en su libro:—Trato de concentrarme.

Bufo y deslizo nuevamente el auricular en mi oído.

Hope no pudo aguantar a sacar sus libretas y terminar las tareas asignadas para esta semana, incluso a adelantar las que se supone son para dentro de dos semanas. Pronto tendremos los finales del año y no puedo creer aun que no me hayan echado de Lee. Retroceder para pensar en cómo pasé de pisar cada preparatoria solo por dos semanas a llegar a terminar el año en esta es imposible de creer.

Estoy claro que mi destino no es ir a la Universidad. Ni siquiera he pensado en una posibilidad remota de entrar a estudiar derecho como mamá. No, definitivamente no quiero entrar a la escuela de derecho.

No me veo ni siquiera yendo a una oficina todos los malditos días. De imaginarlo se me retuerce el estómago, pero por supuesto que me intriga mi futuro. Y más si es al lado de la chica que tengo sobre mi cama mordiendo un lápiz mientras resuelve algo de ciencias.

Sin esperarlo, mi cuerpo rueda sobre la cama hasta casi caer de ella, mis audífonos cayendo de mis oídos con el movimiento.

—¿Siquiera me estás escuchando?—le oigo decir a Hope mientras me incorporo de mi posición boca abajo en la cama.

Luce unas de mis sudaderas favoritas y el cabello se encuentra tapando casi el lado derecho de su cara, eso pasa cuando se sumerge tanto en una lectura.

Sonrío al ver como luce de aplicada y sabe lo todo—Si, te escuché.

Ella se cruza de brazos y alza una de sus cejas—Entonces, ¿qué es lo que te dije?—me reta y siento una punzada de emoción al verla tan segura de sí misma.

Abro mi boca inmediatamente para no dejarla tener la razón pero la cierro, dándome por vencido porque no la escuché.

—¿Querías hacer mi tarea por mí?—bromeo.

—¡Michael!—vocifera y a la vez me golpea varias veces con una de sus libretas.

—Hope, no olvides que será tu culpa si tus apuntes se destrozan—le advierto en medio del ataque y ella suelta risas al unísono conmigo.

—¡No me estabas escuchando!—se detiene y se acomoda en frente de mi refunfuñando.

—Lo sé, lo se, persona ¿si?—coloco mis manos en forma de suplica y sede luego de un rato.

—¿Que querías decirme?—le tomo una de sus manos y jugamos con nuestros dedos mientras los enlazamos y desenlazamos

—¿Qué estabas pensando?—responde, con otra pregunta.

Me da una mirada de reojo y luego se concentra en nuestra lucha de pulgares.

Exhalo, sin dar mucho esfuerzo por vencerla porque claramente la venceré.—Me preguntaba qué pasará cuando terminemos el año—su pulgar termina tacleando de alguna forma el mio, pero su victoria no parece importarle pues sube sus ojos lentamente hasta conectar con los míos.—Ahora que evidentemente terminaré la secundaria. Cosa que no esperaba.

—Claro que la terminarás, Michael.—ella se acerca más a mí y flexiona sus rodillas mientras posa sus manos en las mías. —¿Qué es lo que te preocupa?

Bufo— me mira con expresión dubitativa y a pesar de su intento por negar su preocupación, yo puedo percibirla claramente en sus manos temblorosas. "No estoy preocupado", dice, pero sus gestos revelan lo contrario. "Simplemente nunca imaginé llegar al final del año sin tener un gran plan, como tantos otros", añade con un dejo de desaliento en su voz. La incertidumbre se cierne sobre él, como una sombra ominosa que amenaza con desvanecer sus sueños y aspiraciones.

Good Girl | Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora