#8

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El resto de la noche me siento en el aire, sin siquiera cansancio. No logro dormir en ningún momento. Ya es la segunda noche que no duermo y aún no sé porqué.

Cuando me levanto de la cama, me siento un poco confundido y desorientado, luego; me regresan los recuerdos. Cuando golpee a Calum, cuando Hope vino, cuando se fue...

Salgo de la habitación e ignoro toda la mierda de comida y bebida que está tirada en todo el suelo. Esto es constante cuando estoy con Calum, el alcohol, las personas desconocidas que no compartimos ningún interés y las rondas y rondas de porros. Es mi ambiente pero nunca me pareció algo agradable. Aunque es un lugar acogedor que nunca sentí recibir de mi familia. Solo desprecio...

-Viejo...- dice Calum cuando entro a la cocina, se prepara un trago, nunca se cansa.

Yo gruño y camino hasta los cajones buscando algo para el dolor. La cabeza mi palpita.

-¿No tienes ibuprofeno... o alguna mierda?- pregunto buscando en otro cajón.

-En tu habitación es que hay- dice y se recuesta al fregadero y toma un sorbo.

-Cierto- digo -Verdad que Hope me las dio- digo más para mí que para él.

Me encamino devuelta fuera de la cocina.

-Ah, por cierto, esa chica... Summer...

-Hope, por quinta vez, es Hope- lo corrijo y me volteo a verlo- Sí, como sea, te dejo...

Se encamina fuera a la sala y lo sigo con ansias. Se para frente a la mesita redonda donde esta situada una lámpara y el teléfono local inalámbrico. Debajo de la lámpara agarra un pequeño papel y me lo entrega.

-Dijo que te lo diera cuando despertaras.

Observo el pequeño trozo de papel y esta escrito un número de teléfono. Me dejo su número telefónico.

-Amigo, estas sonriendo- me saca Calum de mis propios pensamientos.

-¿Que?- digo y lo veo.

-Que estabas sonriendo, como una total marica- dice y suelta una carcajada -No es cierto- me opongo -Juro que lo estabas haciéndolo- levanta sus manos en defensa y le ruedo los ojos.

Agarro el teléfono local y me voy a la habitación. Cierro la puerta con seguro, así Calum no interrumpirá o algo. Luego de tomarme el ibuprofeno me siento en la esquina de la cama, en una mano sostengo el papel y en la otra el teléfono.

Pulso los botones, marcando cada número tal cual como en el papel está. Suspiro cuando espero con el tono de espera.

-¿Aló?- escucho su voz y me siento recto no sé por qué, el fondo de la llamada se escucha un poco ruidoso.

-¿Aló? ¿Quién es?- repite ya que no he dicho nada.

-Hope, soy yo... Michael- digo muy rápido.

-Michael, ¿como estás?- se escucha más baja su voz y el constante ruido de fondo.

-Estoy bien, gracias por lo de ayer... por ayudarme- me muerdo el labio y me alboroto el cabello.

-No hay de qué- le escucho decir.

-Y... ¿llegaste a casa?- pregunto sin sentido sólo para alargar la conversación.

-Sí... sí llegue- dice pero se entrecorta la llamada.

-¿Donde estás?- pregunto- ¿Este es el número de tu casa?

-Sí...- le oigo pero muy muy bajo.

-Oh, bueno... uhmm- no sé que demonios decir.

-¿Michael?

-¿Sí?

Good Girl | Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora