Es inútil poder escuchar algo de allá adentro, ya han pasado veinte minutos exactamente desde que comencé a contar y ella no ha salido. No dejo de mover mi pie constantemente y creo que el labio me duele, de tanto tiempo que llevo mordiéndolo. Vago en muchos pensamientos y todos son acerca de ella. En la manera que me imagino sus ojos llenos de lágrimas me crea un hueco en mi estómago tan sólo imaginarlo. Me siento completamente culpable por haber dicho eso.
El timbre suena y al mismo tiempo se escucha el clic de la puerta abrirse, automáticamente me levanto y ella sale con la cabeza hacia abajo cerrando la puerta. En todo este tiempo no he pensado que decirle, sin embargo lo hago.
-Hope...- es lo mejor que logro decir y pensar.
Ella no me ve, ni levanta su mirada. Me asusto por un segundo a que me odie por el resto de su vida o que me grite, mis músculos se contraen pensando si está maldiciéndome mentalmente.
Me sacan de mis conclusiones cuando se acerca apresurada a mí creo que me va abofetear y entonces cierro mis ojos, esperando. Cuando, siento su brazos alrededor de mi cuerpo, abro mis ojos y me percato, Hope me está abrazando. Su cabeza soportada por mi pecho y parece que esta sollozando.
Sin esperar otro segundo, paso mis brazos alrededor de su cadera y hundo mi cabeza entre su cuello y hombro. Lentamente siento como su respiración se normaliza luego de minutos. Aspiro su peculiar aroma hogareño y perfume de vainilla que envía corrientes eléctricas por todo mi jodido cuerpo.
Mierda ¿que estoy haciendo?
Se que es raro, muy raro aún para mí sentir estas cosas tan extrañas hacia Hope, no la hace diferente a las demás chicas la primera vez que la vi, pero desde que la asignaron como mi tutora, desde que nos vemos más seguido en distintas circunstancias, incluso cuando discutimos veo una gran diferencia entre ella y el resto de la población femenina.
Pasan unos segundos hasta que se aparta de mí y veo su rostro. Sus ojos y mejillas están algo húmedas, sus labios juntos, varios cabellos enmarañados se pegan a su rostro. Ella se da cuenta que la observo y crea distancia entre nosotros. Absorbe las lágrimas de su nariz y hace un ruidito esta.
-Disculpa por haberte...- su voz sale como un hilo y trata de controlarse. Se para, no sigue hablando, en cambio, suelta una bocada de aire, exhausta, supongo.
-Deberías ir a casa a descansar.
Cambio la canción en mi reproductor de música y miro el reloj de pared. Hope me dejo ahí en frente de la puerta del director sin decir una palabra y se marchó, supongo que se fue a su casa. Yo cambié mi rumbo y me vine a la mía, nunca lo había echo pero no tenía ganas de lidiar con Calum o otra extraña que esté en su casa. Cambio de nuevo la canción y nuevamente veo el reloj. Recojo un par de cuadernos que están sobre mi cama y los meto en mi mochila sin saber de qué son. Bajo las escaleras y confirmo que mamá no ha llegado, agarro mis llaves y salgo por primera vez, a la biblioteca.
Mi cuerpo se adapta al calor del edificio cuando entro. Diviso a Hope buscando libros con el ceño fruncido frente a la estantería. Sus manos rozan la columna de libros y es entonces cuando elige uno y me ve. Sus ojos parecen aliviados casi que asoma una sonrisa. Cuando se sienta, me acerco a la mesa y me siento a su lado tirando mi mochila en el suelo.
-¿No te cansas de este lugar?- jugueteo un poco.
Sé que tengo que hacerle muchas preguntas, por supuesto, la pregunta que hizo que se enojara conmigo.
Ella sonríe de lado y abre su libro -En serio no creí que vinieras- se gira a mí.
Me encojo de hombros -Te sorprenderías mucho de mí- abro mi bolso y saco un libro al azar.
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Good Girl | Michael Clifford
FanfictionEs la quinta vez que cambian a Michael Clifford de escuela ¿Que está pasando?, pasa qué, su comportamiento y calificaciones no son del todo buenos por eso es echado, escuela tras escuela Michael llega a la preparatoria pública Lee. Algo llega a hac...