-Pero es tu cama.
-No me interesa.
-Michael ¿cómo que no? Es tú cama...
-Y yo quiero que tú duermas allí- interrumpo su terquedad y luego sueno mi nariz con un pañuelo.
Me duele como mierda la cabeza y escucho zumbidos, a parte de la voz lejana de Hope, pero ella está enfrente de mí. Hemos discutido casi veinte minutos para que se quede a dormir en mi cuarto y yo duermo abajo en el sofá de la sala. Sé que ya hemos dormido juntos pero como estoy resfriado y con fiebre, probablemente, es mejor, pero odio decir esto, mantenerla alejada de mí.
Ella mira mi cama y muerde su labio inferior, luego me ve a mí y tuerce la boca.
-No seas tan obvia, sé que luzco mal- comienzo a escuchar mi propia voz ronca. Trago saliva y me acerco a la cama, Hope está a mis espaldas. Arreglo el edredón y las almohadas las sacudo para ella, jamás había arreglado mi cama hasta hoy.
-¿Seguro?- escucho su voz a mis espaldas, tomo una almohada y me giro a ella
-Siii- alargo la palabra golpeo la almohada que sostengo y frunzo mis labios sin saber que decir.
-Supongo que esta almohada no te hará falta, creo que hay suficientes.
Ella menea su cabeza rápido -¡No, tranquilo! No hace falta...
-A menos que quieras abrazarlas...
Ella frunce el ceño -Yo... no suelo abrazar almohadas.
-Qué raro...- contesto y camino hasta la salida -Creí que sí, cómo me abrazaste cuando dormimos en tu casa, pensé... que hacías eso. Sonrío cuando observo su cara cambiar de color, está en un estado pálido pero sus mejillas toman un color rosa. Ella agacha la mirada suavemente pero una sonrisa de lado cruza sus labios.
Con mi otra mano libre hago una señal de adiós, y luego, de nuevo, vuelvo a estornudar.
Creo que estoy exagerando pero estoy sudando de una forma nada normal, a parte, tengo un endemoniado frío. Los pies congelados y mis manos igual. He dado vueltas en el sofá por lo que parecen horas. Sacudo la almohada y me cambio de posición. Esto no ha sido todo, a penas es el inicio de lo que me pasa esta noche.
Puedo sentir mis parpados calientes y con gotas de sudor de mi frente, mis oídos todavía tienen ese extraño zumbido que no me ha dejado en paz. La garganta la siento como un desierto y cada vez es más difícil poder pasar saliva por ella. Me raspa la entrada cada vez que trago, como si tuviera el sabor amargo de clavos. A pesar de que estoy sudando frío no me puedo quitar la camisa o siento que moriré. Enrollo el cobertor hasta más arriba de mis hombros pero es imposible, es como si no tuviera nada, cada vez más me muero de frio. Mis piernas no dejan de temblar y los músculos me duelen aunque no he hecho ejercicio en ningún momento. Siento que mi pecho va explotar, cada vez que toso, me duele en alguna parte. Mi labio inferior no deja de temblar. Me levanto sin salida, a buscar al menos un vaso de agua. No he dormido desde que bajé aquí. En el camino, todo es oscuro, sólo me guío por la familiaridad que tengo con la casa. Llego hasta la entrada de la cocina y arrastro mis pies hasta la nevera.
-¡Maldición!- doy un susurro mientras brinco y agarro mi dedito meñique del pie izquierdo. Maldigo por debajo mientras cierro los ojos y respiro para que por el amor de Dios el dolor se vaya.
De vuelta al sofá, tomo mi vaso de agua y me rasco el cabello. Quisiera que Hope estuviera aquí... mi mente juega con mi cuerpo mientras giro mi cabeza hacia las escaleras.
No. No la puedo despertar sería un total hijo de puta pero ¿Cuándo no lo he sido?
Sacudo mi cabeza dejando a un lado mi idea de subir y dormir con ella. Descanso mi cabeza en la almohada y de pronto unas escenas de Hope y yo me pasan por la mente, de pronto la sala oscura y vacía se esfuma y se transforma en el día en que me abrazó, saliendo de la oficina de Hope. Como sus brazos delgados, delicados se esconden detrás de mi cuello, como ese abrazo se me hizo lo más extraño e increíble al mismo tiempo. Estoy alucinando, mis ojos se cierran poco a poco y puedo ver la silueta de Hope sentarse a mi lado. Su rostro es lo único que observo mientras caigo y se pasa un mechón por detrás.
ESTÁS LEYENDO
Good Girl | Michael Clifford
FanfictionEs la quinta vez que cambian a Michael Clifford de escuela ¿Que está pasando?, pasa qué, su comportamiento y calificaciones no son del todo buenos por eso es echado, escuela tras escuela Michael llega a la preparatoria pública Lee. Algo llega a hac...