Narra Pedri
Me desperté encontrándome a Laia dormida y arropada hasta arriba.
Sonreí al verla. Parecía una niña pequeña.
La dejé dormir y me levanté para hacer algo de deporte.
Fui a la habitación de mi hermano y vi a Gavi dormido boca abajo.
Lo moví un poco y este abrió los ojos enseguida.
– ¿Quieres venir a correr?
Él se sobó un poco los ojos y asintió.
– Pues venga, voy a vestirme.
Salí de su cuarto y fui a la cocina para tomarme un vaso de zumo de naranja.
Cuando acabé, Gavi bajaba ya vestido.
Subí a mi habitación a vi a Laia sentada en la cama y mirando en mi dirección.
– Buenos días.– dije cogiendo ropa.– ¿Has dormido bien?
– Más o menos.– dijo levantándose.
La miré mientras me desnudaba y me vestía.
– ¿A dónde vas?– preguntó acercándose a mí.
– Voy a salir a correr con Gavi, volveremos después.
Ella asintió un poco perdida y la agarré de la cabeza para besarla.
Quiso separarse para coger aire pero se lo impedí.
Cuando la dejé apartarse me miró y se echó a reír.
– Anda ve, a ver si va a venir a buscarte con un cuchillo de la cocina.
Me reí y volví a dejar un beso en su frente para después bajar.
Gavi y yo salimos y empezamos a correr por las calles hasta llegar a la playa.
Estuvimos corriendo durante dos horas.
Al final, acabamos andando de vuelta a casa.
– Como voy a dormir esta noche.– dije sonriendo.
– Yo también. Anoche me costó.
– Siempre te pasa la primera noche.
Asintió y me miró.
– Laia también estuvo conmigo anoche.
Lo miré fijamente.
– No podíamos dormir y nos hicimos un Colacao con galletas y después nos metimos en la piscina, pero le entró el frío y se salió para irse a dormir.
– Siempre le entra frío. Es muy friolera.
Él asintió y entonces llegamos a la casa.
Abrí la puerta y me encontré a Laia sentada en el suelo del salón, con una de mis camisetas y un moño despeinado en lo alto de su cabeza y con libros encima de la mesa.
– ¿Qué haces?– dije llegando hasta ella con una sonrisa.
– Ya sabes.
Me reí al verla, a veces se ponía a leer cosas que encontraba por ahí, como hoy, que estaba leyendo libros de cocina de mi hermano.
– ¿Has desayunado?– pregunté mirándole.
Asintió y siguió leyendo.
Miré a Gavi, que estaba en la cocina bebiendo agua.
– ¿Queréis hacer algo después?– pregunté sonriendo.
– Podemos ir a la playa.– sugirió Gavi.
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𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi
Teen FictionLaia y Pedri eran un equipo, pero todo iba a complicarse cuando Gavi les acompañaba a Canarias a pasar las vacaciones con ellos. ¿Estás segura de tus sentimientos?