XIX

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⚠️ Contenido Explícito

Gavi llevaba varios días sin pasarse por aquí.

Pedri tampoco me daba muchos detalles. Según él, estaba ocupado con algunas cosas personales.

Pedri se había ido a casa de unos amigos esta mañana y yo estaba en casa mirando el móvil.

Había empezado a llover no hace demasiado y suspiré pensando en que con este tiempo iba a ser imposible salir.

Me asusté cuando escuché el timbre.

Me levanté y fui a la puerta a abrir.

Al otro lado me encontré a Gavi, que me miraba fijamente.

Lo dejé pasar y subí para darle algo de ropa que había dejado por aquí alguna vez.

Bajé y se la di.

Fui a la cocina mientras él se cambiaba y le sentí venir a la cocina.

– ¿Vas a cocinar algo?

Lo miré fijamente.

– ¿Dónde has estado todo este tiempo?

– He tenido que hacer arreglos en mi casa y bueno, he tenido visita familiar.

Solté un suspiro y me acerqué para darle un abrazo.

– Laia, ¿qué pas-

No le dejé acabar porque le di un beso y después él me agarró por la cintura.

Me aparté y lo miré fijamente.

– Quiero que me hagas un masaje.

Él aceptó sin poner muchas pegas, así que traje un bote de aceite corporal y se lo di.

Me miró arremangándose y entonces me quité la camiseta y el pantalón.

– ¿Te pensabas que iba a ser un masaje de espalda?– pregunté sonriendo.

Me miró sonriendo y me tumbé boca abajo.

Le sentí abrir el bote de aceite y entonces esparció un poco por mis piernas y mi culo desnudo.

– ¿Y Pedri?– preguntó mientras masajeaba.

– En casa de unos amigos.

– Muy bien. Él se lo pierde.– dijo apretando mi culo.

Sonreí y entonces puso un poco de aceite en mi espalda y masajeó suavemente.

Iba a quedarme dormida cuando le sentí llevar una de sus manos a mi intimidad.

– ¿Llevas mucho tiempo sin movimiento cariño?

– No. Pedri ha estado llevando la victoria.

Me di la vuelta y entonces me miró fijamente.

– Entonces voy a encargarme yo de ti hoy.

Me agarró cogiéndome en brazos y subió a nuestra habitación tirándome en la cama.

Llevó su lengua a mi intimidad y gemí cerrando los ojos.

Siendo sincera, Pedri era el mejor masturbándome con los dedos, pero el sexo oral era el de Gavi.

Y de lejos.

Solté un chillo y empezó a hacerlo aún más rápido.

Agarré su pelo y tiré mientras abría las piernas un poco más.

Le sentí lamer mientras unos de sus dedos iban a mi clítoris.

Escuché la puerta de casa y solté un gemido cuando escuche a Gavi soltar un gruñido.

𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora