𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi

XIII

Me desperté y me levanté dejando a los otros dos durmiendo.

Fui a la cocina y vi a Sira despierta.

– Buenos días.– murmuré entrando y abriendo el mueble para coger una taza de café.

– Para ti ¿no?

La miré fijamente y cogí la cafetera.

– Laia, ¿puedo preguntarte algo?

Tragué saliva y entonces asentí mientras me echaba leche.

– ¿Te estás acostando con Gavi a espaldas de Pedri?

Abrí los ojos y entonces le tapé la boca.

– Baja la voz.

– O sea que sí.

– Sí y no.

– ¿Cómo?

Solté un suspiro y metí la taza en el microondas.

– Estamos en una relación-

– ¿Qué? Pero si tú estás con Pedri

– Déjame acabar. Estamos saliendo, los tres.

Ella me miró fijamente y entonces se echó a reír.

La miré seria y entonces dejó de reírse.

– Ah que no es broma...

– Surgió el día antes de que vinieseis, pero no queremos que se entere nadie, porque los medios pueden ir a hacerles daño.

Sira me miraba estupefacta.

– Pedri y yo somos los que estamos juntos de cara al público. Gavi se oculta tras las sombras.

– Esto es flipante. Te acabas de llevar a dos de los españoles jóvenes más gustados por todo el mundo.

La miré fijamente y le di una sonrisita.

– No le cuentes esto a nadie, ni siquiera a Ferrán.

Ella imitó una cremallera en su boca y el pitido del microondas me hizo saber que mi café estaba listo.

Lo saqué con cuidado de no quemarme y eché azúcar.

Iba a llevarme la taza a los labios cuando apareció alguien por detrás de mí y me quitó la taza.

Me giré y vi a Pedri beberse mi café.

– Era mío.

– Tú lo has dicho cariño, era.

Lo vi salir al jardín y vi a Sira darme una sonrisa.

Abrí la nevera y cogí un zumo de naranja.

Gavi bajaba las escaleras rascándose los ojos y me miró fijamente.

Me guiñó el ojo y sonreí saludándole con la mano.

Un rato después se despertaron todos y dijeron de ir a la playa.

Así que subí a cambiarme y después empezamos a repartirnos en los coches.

– Gavi, ven con nosotros.– murmuró Ansu.

– Ah no no, el hueco que hay es para mi bolso de playa.– dijo Sira mirándonos a los tres y guiñando el ojo.

Gavi acabó montándose con Pedri y conmigo.

– ¿Se lo has contado a Sira?– preguntó Pedri cuando arrancó.

– Sí. Aunque ya se lo olía.

Vi a Gavi echarse hacia adelante para poner música.