Aquella mañana me levanté descubriendo que Pedri no estaba.
Así que me negué a levantarme de la cama.
No quería bajar y encontrarme a Gavi.
Aunque tampoco me hizo mucha falta porque la puerta se abrió y vi a Gavi.
– ¿No te enseñaron a llamar antes de abrir?
– Puede, pero no me apetecía ponerme a llamar a las 11 de la mañana.
– Puedo estar cambiándome.
– Mejor.
– Gavi, te suplico, no, te imploro que me dejes en paz. ¿Estás bien de la cabeza? Estás ligando con la novia de tu jodido mejor amigo.
– ¿Sabes? Cuando llegue el momento, la que me busques serás tú.
– ¿Yo?– me eché a reír.
– Vas a quererme, Laia.
– Fuera de mi habitación.– dije mirándole seria.
Conseguí que saliera y entonces cogí todo el aire que pude.
Me levanté de la cama y me vestí.
Iba a empezar a salir a correr, por lo menos así le evitaba.
Bajé a la cocina y me lo encontré comiéndose una tostada.
– ¿Quieres?– preguntó señalando la tostada.
Negué con la cabeza y tras tomarme un vaso de zumo de naranja, salí de la casa, me puse los auriculares y corrí hasta donde mis piernas me llevaron.
Acabé sentada bebiendo agua en un banco del paseo marítimo frente a la playa.
Me limpié un poco el sudor que resbalaba por mi frente y después mi móvil empezó a vibrar.
Lo cogí y vi que Pedri me estaba llamando.
– Dime.– contesté mientras me levantaba.
– ¿Donde has ido? Gavi dice que has salido sin decir nada.
– He salido a correr un poco para así dormir mejor.– dije caminando.
– Me había asustado cielo.– murmuró.
– No pasa nada, ya voy para casa.
– Vale, aquí te espero.
Colgué y volví a correr de vuelta a casa.
Cuando llegué le di un beso a Pedri, que estaba con Gavi jugando a la play y subí a ducharme.
Me puse música para ducharme y tarareé.
"Smack That" de Akon empezó a sonar por el altavoz y yo empecé a bailar un poco mientras me peinaba.
La puerta del baño se abrió y me asusté.
Gavi entró y se giró.
– ¿Qué cojones haces?– pregunté girándome.
– Orinar
– Eres un cerdo Pablo.– espeté cogiendo mis cosas y saliendo del baño.
Cerré la puerta detrás de mí y fui a mi habitación para poner el móvil a cargar.
Pedri entró y me miró con una sonrisa.
– Cariño, voy a salir con unos amigos, ¿quieres venir?
Negué con la cabeza.
– Creo que voy a dormirme, me duele todo.– murmuré con una sonrisa.
Él aceptó y me dio un beso en la cabeza.
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𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi
Teen FictionLaia y Pedri eran un equipo, pero todo iba a complicarse cuando Gavi les acompañaba a Canarias a pasar las vacaciones con ellos. ¿Estás segura de tus sentimientos?