𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi

XXVII

⚠️ Contenido Explicito

Mario estuvo haciéndome un tour de todo aquello.

Me había caído genial.

– Antes de beber no sé vosotros, pero voy a comer algo.– murmuró Alejandro.

– Cierto, que luego nos pasa factura ¿eh Cristo?– dijo Mario.

Cristo le sacó el dedo y nos echamos a reír.

Estuvimos comiendo y después fuimos hasta unas casetas.

Entramos sin problemas y vi a los amigos de Gavi acercarse a la barra.

– ¿No vas a beber?– murmuró Gavi.

– Si bebo igual acabo comiéndote la boca, y nadie querría.

Le vi sonreír.

– Pásalo bien, yo me encargo de eso.

Sonreí y al final me acerqué a pedir algo.

Unas horas después todos íbamos bastante afectados.

Menos Gavi, que era chico sano.

Me acerqué a él y me miró sonriendo.

– Creo que deberías dejar de beber.– murmuró quitándome el vaso.

Me agarré el vestido y lo miré.

– Necesito ir al baño.

– Te acompaño.

Salimos de la caseta y caminé agarrada a su brazo.

– Listo, entra.

Entré en el baño y cuando acabé me lavé las manos y la nuca un poco para ayudar a bajar el alcohol como fuera.

Supe que ya tenía que dejar de beber.

Salí y vi que había una caseta ya cerrada.

– ¿Por qué la han cerrado?– pregunté llegando hasta Gavi.

– Porque esas casetas ya no se abren hasta mañana por la mañana.

Lo miré y volví a mirar aquella caseta.

Volvimos a entrar donde estaban los demás y me senté bebiendo coca cola

Aurora llegó hasta mí para que bailase con ella.

Estuve bailando con ella un rato y después fui hasta Gavi.

– Ahora vuelvo.– dije.

Salí de allí y me apoyé en una pared para tomar el aire.

– ¿Qué te pasa?

Miré a Gavi y solté un suspiro.

– Me estoy agobiando ahí dentro y quiero quitarme este vestido ya.

Gavi me miró sonriendo.

– Ven. Sígueme.

Le agarré la mano y tras mirar alrededor nos metimos en la caseta de antes.

– Date la vuelta.

Le hice caso y entonces le sentí bajar la cremallera del vestido.

Solté un suspiro de alivio.

– Siendo sincero, me has sorprendido. Son las 3 de la mañana y llevas desde las ocho con eso puesto. Has aguantado mucho.

Sonreí dándome la vuelta y lo miré.

– Soy una caja de sorpresas.

– Y que lo digas.

– Tus amigos son majos.– murmuré.