𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi

XXIII

⚠️ Contenido Explícito

Gavi me quitó la ropa interior y entonces le sentí mimar mi culo.

Cerré los ojos y entonces me giró para después llegar a mis labios y besarme.

Agarré su cara y después bajé por su espalda.

– ¿Te arrepientes de esto nena?

Negué con la cabeza y entonces lo besé.

Justo en aquel momento la puerta de la habitación se abrió y vi a Pedri mirarnos fijamente.

– Tengo a un andaluz robándome a mi novia.

– Cállate canario.

Sonreí y entonces vi a Gavi bajar hasta mi intimidad y hundir su lengua allí.

Solté un gemido y vi a Pedri acercarse hasta mí.

– ¿Quieres un beso cariño?

Asentí y sentí sus labios posarse sobre los míos.

Mientras, Gavi seguía haciendo maravillas allí abajo.

Pedri agarró mi cuello y me mordió el labio.

– Gavi, hoy es mi turno.

Sentí a Gavi gruñir en mi intimidad y tragué saliva.

Bajé mis manos hasta el pelo de este último y tiré un poco mientras arqueaba la espalda.

Después se incorporó y llegó hasta mí para besarme.

Se levantó y vi a Pedri ir hasta mis piernas, las acarició con mimo y después se deshizo de su ropa.

– Te quiero en cuatro, Laia.

Tragué saliva y obedecí poniéndome a cuatro patas.

Gavi se deshizo de su ropa también y entonces lo miré.

– ¿Qué quieres nena?

– A ti.

Agarré su virilidad y la metí en mi boca sacándole un gemido a la misma vez que Pedri se hundía en mí.

Sentí sus manos golpear mi culo y después apretó mis tetas.

– Voy a hacer que se te pase toda la tristeza, nena.– murmuró Pedri.

Entonces empezó a moverse y yo hice lo mismo con mi cabeza.

Gavi agarró mi pelo y movió mi cabeza a su ritmo.

Solté un gemido y casi me atraganto.

– Joder nena.– murmuró Gavi.– ¿Estás bien?

Asentí como pude y después la agarré con la mano para bombear y ayudarme aún más.

Pedri apretaba mi culo detrás y le escuchaba gruñir a mis espaldas.

Mi madre podía decir lo que quisiera, pero tener a estos dos hombres para mí era la fantasía más increíble del mundo.

Gavi siguió moviendo mi cabeza y Pedri me movía.

– Ey Pedri, ¿te has dado cuenta de lo bien que se le da esto?

– Gavi...

– Lo digo en serio, con esos labios que tiene.

Sentí a Pedri gruñir y entonces empezó a moverse más rápido.

Gavi movía mi cabeza cada vez más rápido y yo estaba a punto de explotar.

Era increíble lo fácil que lo hacían.