Me desperté sola a la mañana siguiente.
Me senté en la cama y empecé a sobarme los ojos, después me levanté y me puse el bikini.
Bajé las escaleras y casi tengo que pegarme un golpe en la cabeza para saber si estaba soñando o no.
Gavi y Pedri estaban en la piscina.
Estaban riéndose por algo y sentí que me había perdido algo.
Me acerqué con la toalla hasta ellos y al escucharme, se giraron.
Los miré fijamente y ellos me saludaron con una sonrisa.
Dejé la toalla en una hamaca y después me tiré de cabeza al agua.
No quería estar cerca de ninguno por ahora.
Salí de debajo del agua y vi a Pedri acercarse hasta mí con una sonrisa.
– Buenos días, amor.
Me agarró la cara y me dio un beso que me dejó sin aire.
Cuando se apartó, se salió de la piscina y entró en la casa.
Yo lo miré estupefacta.
– ¿Vas a nadar o vas a quedarte ahí todo el día?
Miré a Gavi, que estaba sentado en el bordillo.
– No te incumbe.
Gavi sonrió de lado y se metió en el agua.
Empezó a acercarse y yo fui andando marcha atrás.
Hasta que choqué con el bordillo.
Él se pegó a mí y me acarició la mejilla.
– Laia... ¿te han dicho alguna vez que tienes unos labios preciosos?
Tragué saliva y entonces me mordió el labio, para después devorar mi boca.
Me aparté alejándole y lo miré.
– ¿Qué haces? Pedri me ha perdonado y no pienso volver a traicionarle de ese modo.
– ¿Traicionarle? Cariño, Pedri y yo estamos encantados de tenerte.
Fruncí el ceño y lo miré fijamente.
– ¿Qué?
– Pedri y yo hemos llegado a una conclusión: y es que te queremos ambos.
"Me está jodiendo"
– ¿Hablas de poliamor?– pregunté mirándole.
– Sí. Aunque en público, sois vosotros dos.
Lo miré fijamente.
Se habían vuelto locos.
Gavi se acercó a mí con una sonrisita y me agarró de la cintura.
– Cierra los ojos y déjate llevar, Laia.
Le hice caso y entonces empecé a sentir sus manos bajar por mi espalda.
Coló una por mi parte de abajo del bikini y entonces Pedri volvió.
– Que calor muchacho.
Me sobresalté un poco y Gavi apartó la mano, pero la apoyó sobre mi culo.
Pedri se tiró al agua y empezó a nadar.
Después vino a por mí y me hizo cosquillas.
Gavi se le unió y acabé riéndome a carcajadas y pegando patadas para que me soltasen.
Un poco más tarde el timbre sonó y Pedri fue a abrir.
Gavi me miró con una sonrisa y me dio un beso, del que se separó rápidamente cuando escuchó a gente entrar en el jardín.
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𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi
Teen FictionLaia y Pedri eran un equipo, pero todo iba a complicarse cuando Gavi les acompañaba a Canarias a pasar las vacaciones con ellos. ¿Estás segura de tus sentimientos?