⚠️ Contenido Explícito
Habíamos terminado de cenar y tras acabarnos la botella de vino empezó a entrarme sueño.
Así que me levanté la primera de la mesa y subí para meterme en la cama.
Me puse el pijama y me tumbé en la cama para mirar el techo esperando a que me entrara sueño.
La puerta se abrió un rato después y vi a Pedri llegar hasta mí con una sonrisita.
Ya había visto esa sonrisa muchas veces. Y no en los momentos más inocentes.
Se tumbó a mi lado y dejó caer una de sus manos en mi vientre.
Empezó a subir y bajar su mano por allí y yo cerré los ojos, relajándome.
– Esta noche va a hacer calor.– murmuró.
Asentí, aunque no sabía muy bien de que estaba hablando.
– Laia...
Abrí uno de mis ojos y le vi mirarme fijamente.
Entonces su mano se metió por debajo de mi pantalón de pijama y después se coló por mi ropa interior.
Tocó allí abajo y entonces solté un quejido en voz baja.
Sus dedos entraron con cuidado y tragué saliva.
– Gracias por venir conmigo.– dijo mirándome.
Iba a contestar pero entonces los movimientos se volvieron más rápidos y tuve que ponerme un cojín encima para acallar los gemidos.
Le escuché soltar una risita y maldije en mi mente.
Sus labios fueron a mi cuello y entonces se puso encima de mí.
Quitó el cojín y entonces me besó mientras aceleraba los movimientos.
Su dedo pulgar fue hasta mi clítoris y empezó a acariciar en círculos.
Gemí y me tapé la boca.
– Cariño... Me gusta escucharte...
Lo miré fijamente disfrutando de las vistas.
Estaba sin camiseta, su pelo sudado y revuelto y tenía una sonrisa en la cara.
– Ahora... tienes que estar callada ¿vale?
Asentí rápidamente y después de ponerse el preservativo entró en mí.
Empezó a moverse agarrándose a la almohada en la que tenía apoyada mi cabeza.
Enrollé mis piernas en su cintura y siguió con el vaivén.
Abrí la boca para coger aire y me besó para evitar que hiciera mucho ruido.
– Mi chica.– dijo sonriendo.
Sonreí y acaricié su espalda de arriba a abajo.
Aceleró el ritmo y solté unos gemidos.
Sabía que estaba a punto, así que me estimuló un poco más y tras tensarme, exploté, haciendo que él también explotara conmigo.
Se tumbó a mi lado respirando profundamente y me atrajo hacia él a la vez que acariciaba mi espalda suavemente.
Yo cerré los ojos dejándome llevar por la tranquilidad que transmitía.
– Hacía mucho que no lo hacíamos joder.
Asentí.
Pedri y yo no éramos de esos que lo hacían una vez al día.
Lo hacíamos cuando surgía y ya está.
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𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi
Fiksi RemajaLaia y Pedri eran un equipo, pero todo iba a complicarse cuando Gavi les acompañaba a Canarias a pasar las vacaciones con ellos. ¿Estás segura de tus sentimientos?