Narra Gavi
Vi a Laia venir hasta lo profundo y me acerqué a ella.
Mantuve un poco las distancias pero no me prohibí el comérmela con los ojos.
Ese bikini estaba causándome taquicardias y no comprendía como Pedri estaba tan tranquilo teniendo a su novia así.
Tenía horchata en las venas.
– ¿No que no querías venir?– pregunté sonriendo.
– Y no quería.– dijo mirando el agua.
– ¿Te pasa algo?
– Lo de anoche no debió suceder.
La miré fijamente.
– ¿Se puede saber qué pasó?
– Estuvimos abrazados, en la piscina, solos, de noche.– dijo enumerando todas aquellas cosas.
– ¿Y?
– No volverá a pasar.– aseguró sin mirarme.
Seguí mirándola.
Cuando se fue anoche, yo salí de la piscina y tras secarme subí a mi habitación.
Mentiría si dijera que no pensé en devorarla allí mismo.
Pero Pedri estaba con ella.
Y sabía que como me hubiera dejado llevar, habría querido repetir.
– Como quieras. Te perderás los baños nocturnos.– dije bromeando.
Me miró y entonces empezó a andar hacia la orilla.
No pude evitar fijarme en su culo.
Era imposible no hacerlo.
Sabía que si Pedri me veía haciendo aquello iba a acabar enterrándome bajo tierra.
La seguí y salí del agua después de colocarme un poco el pelo.
La vi tumbarse encima de Pedri y reírse tras decirle algo en el oído.
Cogí mi toalla y me sequé el pelo un poco.
Después Laia cogió su toalla, se tumbó delante nuestra y empezó a echarse bronceador.
Intenté no mirarla demasiado porque tenía a Pedri a un metro de mí.
Una de sus manos acarició sus muslos esparciendo el bronceador y tragué saliva.
Después se recogió el pelo en un moño despeinado como el de aquella misma mañana y se tumbó poniéndose las gafas de sol.
Pedri me miró y me lanzó una cajita pequeña.
La cogí y me reí.
– ¿Cartas? ¿En serio?
– ¿Sabes jugar a la cuatrola?– preguntó poniéndose al lado de mí.
Negué y entonces vi a Laia quitarse las gafas y mirarme con los ojos abiertos.
– ¿No sabes jugar?– preguntó sorprendida.
Negué de nuevo y se levantó para sentarse a mi lado y al lado de Pedri.
– A ver, en este caso sería una triola, pero también nos vale.
Acababa de perderme con la palabra "trío"
Laia empezó a explicarme como funcionaba el juego y entonces echamos una partida de calentamiento.
– Me canto las 40 en bastos y...– vi a Laia mirar alrededor y echó una sota de espadas.– Sacadme todos los pintes que tengáis.
Pedri la miró riéndose y le tiró el as de espadas, y yo saqué el tres de espadas.
ESTÁS LEYENDO
𝐎𝐍𝐄, 𝐓𝐖𝐎, 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 +18 | Pedri & Gavi
Teen FictionLaia y Pedri eran un equipo, pero todo iba a complicarse cuando Gavi les acompañaba a Canarias a pasar las vacaciones con ellos. ¿Estás segura de tus sentimientos?