XI

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Alexia se puso las botas de fútbol aquella tarde

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Alexia se puso las botas de fútbol aquella tarde. Porque sí, porque le apetecía.

Martina la tomó de la mano y la apretó suavemente con el objetivo de que la exfutbolista se girase. Le sonrió con ternura. Y Alexia se sintió más fuerte. Dejó un pequeño beso en el dorso de su mano y siguió avanzando, sin soltarla.

Caminó por el verde sintiendo cómo los tacos se clavaban en la hierba, respirando hondo ante aquella sensación tan familiar y que tanto había echado de menos. Estaban todos allí. Sus dos equipos delante del todo, su familia, sus compañeros.

Alexia miró a los jóvenes jugadores y jugadoras del Mollet UE, todos reunidos en el campo de entrenamiento. Los adolescentes y las chicas del equipo sénior la miraban expectantes, esperando sus palabras. Se habían reunido expresamente para verla. Muchos de ellos sospechaban de los posibles motivos.

—Hola, chicos —Sonrió con ternura—. Hoy es un día agridulce para mí. Tengo que contaros que dejo el equipo y de ser vuestra entrenadora a partir de este mismo momento. He aceptado una oferta para unirme al Manchester United —Hubo un murmullo entre los jugadores, algunos sorprendidos y otros emocionados por ella. Alexia continuó, tratando de expresar sus sentimientos de la mejor manera posible—. Quiero que sepáis que esta decisión no ha sido fácil. He vuelto a enamorarme del fútbol aquí y hemos compartido momentos inolvidables como equipo. A muchos os he visto crecer. Aquí me he sentido en casa —Las miradas de los jugadores reflejaban una mezcla de tristeza y alegría —Quiero agradeceros a cada uno de vosotros haberme devuelto el fútbol en cada entrenamiento y en cada partido. Os quedáis con Adriá, que os hará todavía mejores de lo que ya sois y seguiréis por este camino de éxito en el que habéis trabajado. Sé que en algún momento nos volveremos a encontrar, pero voy a echaros muchísimo de menos.

El silencio se apoderó del campo por un momento, dejando las palabras de Alexia reposar en cada uno de los asistentes a aquella despedida. Era difícil dar con las palabras perfectas, la rubia lo sabía. Sabía que no estaría conforme con nada que saliera de su boca esa tarde, que le daría vueltas en los próximos días. Le pesaba en el pecho mantenerse de pie, quedarse entera.

Varios de los jugadores comenzaron a aplaudir unos segundos después. El gesto se extendió rápidamente entre todos, llenando el ambiente con un cálido aplauso en reconocimiento a su entrenadora. Alexia no pudo evitar emocionarse, sintiendo el vértigo instalarse en su pecho.

Los aplausos continuaron mientras los jugadores y jugadoras se acercaban a Alexia para darle abrazos y palabras de agradecimiento. Ella los abrazó con cariño, sintiendo la conexión especial que había forjado con cada uno de ellos. Aunque se sentía triste por dejar el equipo, sabía que estaba abriendo un nuevo capítulo que inevitablemente debía llegar.

Laura Mestre fue la última en soltarla, con los ojos llenos de lágrimas, pues era lo suficientemente adulta como para entender que lo más probable es que no fuera a verla muchas más veces en su vida. Y ella no quería eso, ella quería seguir aprendiendo de Alexia los años que fueran necesarios. No podía evitar pensar que no había aprovechado suficiente el hecho de que la Reina la hubiera formado.

Volver a casa || Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora