40- ¿Asustado?

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POV MATHEO

Estaba ansioso y no tenía idea de como controlarme. Me preocupaba que Morgan de verdad estuviera en peligro y que esta vez si le sucediera algo malo.

— ¿Qué esperas para abrir la puerta? —la voz de Tom me regreso a la realidad.

— Tengo miedo —confesé y verdaderamente no era capaz de moverme de mi lugar.

Creo que esta era la primera vez que me paralizaba del miedo y es que nunca había tenido a alguien que me importara tanto, como para que me diera miedo que le sucediera algo.

Si tan solo ella no me importara tanto, podría ser impulsivo, sin ponerme a pensar en las consecuencias de mis actos, pero esta vez era diferente.

— ¿Qué te pasa? —Draco intentó acercarse a mi.

— No se —mis manos temblaron— y-yo...

— A la mierda Matheo —Tom se desespero— no podemos perder tiempo —me movió hacia un lado y personalmente abrió la puerta.

Deje de respirar unos segundos al ver un sótano oscuro, con luces que parpadeaban, como si los focos se fueran a fundir. 

Hacía frío, olía muy mal y tenía cosas muy extrañas alrededor. 

Por un segundo llegue a creer que el lugar si estaba abandonado, pero esa idea rápidamente desapareció de mi cabeza, al ver que Morgan estaba acostada en una mesa de metal, con las muñecas y tobillos atados a está.

— Morgan ... —el que rompió el gran silencio que se formó, fue Draco.

— ¿Ella está ... —Regulus no fue capaz de terminar la pregunta, pero todos sabíamos lo que quería decir, por lo que rápidamente Draco se acercó a ella para asegurarse que siguiera respirando.

— No. Sigue respirando —aseguró Draco, con los dedos en su cuello— aunque su pulso es muy débil.

Rápidamente me acerque a la mesa y tomé su mano, la cual estaba helada, mientras que Draco y Regulus le quitaban las cadenas.

— Listo.

Tome a Morgan entre mis brazos con mucho cuidado.

— Vamonos.

Todos nos dirigimos a la pared que estaba al extremo contrario de la puerta.

— Tenemos un problema ...

— ¿Qué pasa?

— No hay buena recepción y no se envía el mensaje —comentó Draco y maldecí internamente.

El plan A era sencillo y fácil de ejecutar, ya que consistía en dos partes, un grupo (o sea nosotros) entraríamos por Morgan, mientras que el Soldadito y Potter se encargarían de cavar un túnel, el cual llegaría justamente al otro lado de esta pared, para poder abrir un portal y salir rápidamente de ahí, solo que no nos detuvimos a considerar los posibles problemas que íbamos a tener al estár en un sótano y ellos bajo tierra.

— ¿Y ahora qué?

— Hay que romper el muro —comentó Theo y todo lo miramos como si estuviera loco— Es la única manera.

— Si hacemos eso, toda la estructura se nos vendrá abajo.

— No necesariamente. Aquí hay muchas columnas que sostienen todo, si rompemos una pared no sucederá nada.

No estaba seguro de que tuviera razón, pero en este momento no tenía intenciones de ponerme a discutir con él, por lo que me limité a quedarme callado. Quería creer que sabía de lo que hablaba y que además tenía razón.

La venganza de los RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora