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—Así que...— Kuroo canturreó mientras se acercaba a la silla del asistente de Oikawa —¿Celoso, eh?—

Después de que fueron testigos de como su presidente era arrastrado por aquella rubia despampanante de grandes atributos pasaron por Bokuto y se dirigieron a comer. Nadie había dicho nada durante el camino y menos durante la cena, sin embargo, era evidente que el peligris tenía algo que le molestaba de sobremanera.

Esas mejillas infladas, el entrecejo fruncido, ese silencio y la fuerza con la que había cortado la carne... sí, definitivamente estaba molesto y parecía que Atsumu y Kuroo sabían a la perfección la razón de esa adorable escena.

—¿Qué?— Sugawara casi se ahoga con el postre en cuanto escuchó la palabra "celoso" —No sé de qué está hablando—

Por supuesto que sabía, solo que no podía decir con seguridad sí lo estaba o no. Es decir... le había molestado que su jefe se fuera con la bruja esa, pero... ¿Por qué le molestaba en primer lugar? Él era un hombre soltero y podía hacer con su vida lo que quisiera, pero...

Recordó como las últimas semanas había cambiado y ya no era tan idiota como al principio, ya no le jugaba bromas y reconocía su trabajo. Le estaba mostrando esa faceta seria digna de todo un presidente de una importante empresa y... sintió que ya no lo detestaba tanto, pero de ahí a reconocer que estaba celoso había kilómetros de diferencia.

—¿Entonces aún no lo sabes?— ahora fue el turno de Atsumu de intervenir en la conversación.

—No entiendo por qué están tan interesados en la vida personal del señor Oikawa— se defendió Sugawara tratando de escapar de aquel interrogatorio que amenazaba con sacarle verdades.

—Sencillo— se levantó Bokuto bastante emocionado de su asiento —Porque somos OiSuga shippers— dijo muy orgulloso y como si fuera el trabajo más importante del mundo.

—¿Oi... qué?— Sin duda Koushi ya estaba más confundido que nunca ¿Qué demonios significaba eso?

—Oh vamos— Tetsuro le dio varios codazos juguetonamente —Mika es hermosa y ya tienen historial, perooo...

—No es la mejor opción para él como su posible pareja— continuó Miya encogiendose de hombros —Tiene varios rumores rondando su persona y para ser sinceros ni me cae bien— le dio un sorbo a su copa de vino y sonrió —Pero tú — lo señaló emocionado como si acabará de encontrar el tesoro más valioso del mundo —Tú lo has cambiado de mil maneras distintas ¿lo han notado, verdad chicos? —

—Sí, sí, sí— asistieron Bokuto y Kuroo al mismo tiempo

—No veo en qué forma, sólo se ha encargado de hacerme la vida imposible desde que lo conocí— bufó y rodó los ojos con hastío.

Si con cambiarlo se refería a que se había convertido en un completo idiota para hacerle la vida imposible entonces no había manera de que aquello fuese positivo. Además ¿él y su jefe? JAMÁS.

Eran tan diferentes, como el agua y el aceite, como la noche y el día. Era obvio que nunca serían compatibles.

—Y eso es un gran cambio, mi estimado Sugawara — dijo Kuroo con bastante tranquilidad —Tú no lo sabes, pero nosotros desde el inicio hemos estado apostando por ti—

Koushi parpadeó varias veces desconcertado mientras ponía todo en retrospectiva y se daba cuenta de las situaciones de las que había sido participe desde que el pelinegro se le acercó.

—Señor, no creo que debamos metarnos en la vida privada de los demás. Él ya ha mostrado abiertamente lo mucho que le molesta que lo hagan y yo no tengo ningún interés particular en mi jefe— se mordió el labio inferior y jugueteo con sus dedos recordando algo mas importante —Además... Las cláusulas de mi contrato especifican que las relaciones interpersonales están prohibidas—

—A nadie le importan las cláusulas de mierda— espetó Atsumu mientras hacía un ademán con una de sus manos de forma exagerada —¿Cómo crees que este oar de idiota conocieron a sus actuales parejas? ¿Por una aplicación de citas?— soltó una carcajada —Si por ellos fueran no levantarian ni el polvo— se burló abiertamente y el par de amigos lo miraron con molestia.

—Aja...— El pelinegro entrecerro lo ojos con cierto recelo y después volvió a mirar al asistente —No puedes dejar que te quiten el partido que es Oikawa ¿Sabes cuando vas a encontrar a un tipo alto, guapo, millonario, inteligente e...

—Idiota— suspiró con cansancio. La conversación no estaba yendo a ninguna parte y para ser sinceros ya se estaba cansando del tema. Tooru jamás había mostrado interés en su persona y estaba seguro que lo veía como un medio para divertirse y hacerle la vida imposible —Lo siento, pero no es mi tipo— negó suavemente con la cabeza

—¿COMO NO VA A SER TU TIPO?— exclamó Bokuto y ante tal acción los comensales volteado a verlo. El bicolor se sintió cohibido y ofreció una disculpa mientras recuperaba la compostura —Esa no me la creo— negó con la cabeza y cruzando sus brazos en forma de equis

—Estoy de acuerdo— secundo Atsumu

—Si ese no fuera el caso entonces... ¿Por qué te molestaste cuando Oikawa aceptó la invitación de Mika?—

—No es que me haya molestado es solo que...— busco en su cabeza la respuesta más adecuada y que fuera más acorde a la situación —Él no ha comido bien los últimos días, pensé que la señorita Mika quería atender asuntos del trabajo y por esa razon quise intervenir— se encogió de hombros

—Ow, estas preocupado por nuestro Torim— Atsumu le pellizco la mejilla

—No es eso— refuto casi al instante

—Parece que alguien está avergonzado de lo que siente—

—Ow, que lindo el amor de oficina

—Creo que ya debería ir a la oficina— rodó los ojos y se levantó de la mesa para retirarse y salir de ahí de una vez por todas.

Dios... esto estaba fuera de toda proporción

Mi jefe es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora