Se sentía demasiado cómodo, tanto que se negaba a querer abrir los ojos. Esa calidez lo albergaba de una forma que no podía describir, se sentía protegido y en un confort que nunca llegó a pensar que pudiese tener. Era una mañana demasiado preciada, incluso si una noche antes había bebido en cantidades increíblemente peligrosas, la tranquilidad que aquellos latidos le estaban brindando eran sin duda...
Esperen...
¿Latidos?
Su mano se empezó a mover con delicadeza sintiendo algo diferente a la superficie de su cama, podía sentir la respiración tranquila de alguien más bajo su palma pues el pecho que estaba ticando subía y bajaba de una forma verdaderamente lenta. Abrió los ojos asustado y fue cuando descubrió que quien había dormido con él esa noche había sido el pesado de su jefe.
Trató de no moverse mucho para no despertarlo, realmente lucía cansado y estaba seguro que no había dormido bien las últimas noches, las ojeras daban crédito de aquello y sintió pena, por haberle causado tantos problemas y porque no tenía ni puta idea de como habían terminado juntos en la misma cama, aunque bueno, le alegraba que en esta ocasión ambos estuvieran vestidos, incluso el castaño aún traía puestos los zapatos y sus piernas habían quedado afuera del colchón para no ensuciarlo.
Tenía que admitir que Oikawa era bastante considerado en ciertas ocasiones.
Lo observó detalladamente unos cuantos minutos, como si quisiera guardar en su cabeza esa imagen tan tranquila e inofensiva que su jefe podría ofrecerle.
"Si tan sólo pudiera..."
Su mano se acercó al rostro ajeno dispuesto acariciar su mejilla en un tierno gesto.
—¿Me va a dar los buenos días, joven Sugawara?— Tooru murmuró abriendo con lentitud los ojos sacándole un respingo al peligris, quien ante inesperada respuesta lo terminó empujando afuera de la cama.
Se escuchó un ruido sordo y después un quejido bastante sonoro. Sugawara ahora estaba más apenado que antes, ¿Por qué tuvo que hacer eso, maldita sea?
—Mierda...— exclamó el castaño poniéndose de pie mientras se sobaba la cabeza debido al dolor que sentía después del tremendo golpe que se había dado contra la duela de madera —Usted, en definitiva va acabar conmigo—
—Y...yo, lo siento— se disculpó apresuradamente levantándose de la cama con rapidez para acercarse a Tooru y verificar el estado del golpe. Sin embargo, Oikawa no permitió que se acercase y dio un paso hacia atrás.
—Ya, déjelo así — pidió amablemente mientras se acomodaba la camisa de nueva cuenta y trataba de alisarla pues tenía bastantes arrugas.
Se subió las mangas hasta los codos y desabrocho los dos primeros botones dándole un look más fresco y juvenil, era evidente que ante tal vista Koushi no pudo apartar la vista pues no acostumbraba a ver a su jefe de esa forma tan despreocupada.
Se pasó una mano por sus hebras castañas desordenandolas un poco y cuando se sintió observado esbozó una sonrisa y soltó una pequeña risa.
—¿Aún no se acostumbra a verme?— cuestionó en tono socarrón y pinto un rubor en el peligris quien ante el ofensivo comentario frunció el entrecejo y desvió la mirada.
—Es usted un idiota— soltó y Oikawa rio a carcajadas.
—Me lo dejo bastante claro en el bar— contestó provocando que Sugawara recordará breves momentos de la noche anterior y su vergüenza creció aún más.
Dios... se estaba comportando como un adolescente.
"Si no fuera porque estoy jodidamente enamorado de él, entonces..."
—Daichi— soltó de la nada y en seguida fue a buscar su teléfono para marcarle. ¿Cómo había sido tan inconsciente? ¿Cómo pudo dejarlo en ese bar sólo para irse en el hombro de su jefe?
Que basura...
Buscó entre sus contactos y antes de que pudiera hablar, Oikawa le retiró el celular de las manos.
—Hey— alegó —¿Qué hace? Necesito hablarle— trató de recuperarlo, pero el castaño alargó más su brazo para dejarlo fuera de su alcance
—Él está bien
—¿Cómo puede estar tan seguro?
—Está con Iwaizumi — contestó con simpleza y ante la respuesta Suga abrió los ojos como platos
—¿Me está jodiendo?— espetó— Eso es mucho peor, mierda— se frotó la cara con frustración y ver los gestos de confusión en el mayor sólo lo enfureció aún más. —¿No lo entiende, verdad? Daichi está enamorado de...,— pero enseguida negó con la cabeza —Alto, no debí decir eso— el castaño rodó los ojos y guardó el celular en el bolsillo de su pantalón.
—Daichi esta enamorado de Iwaizumi — acompleto —Eso ya lo sé — chasqueo la lengua —Me parece sorprendente que apenas lo haya descubierto
—¿Cómo dice? —el peligris parpadeo varias veces tratando de comprender lo que acababa de decir
—No es una nueva noticia para mi, joven Sugawara
—Entonces si ya lo sabe por qué demonios dejó que se fuera con él — volvió a refutar con mayor frustración en su voz
—¿Cuál es su problema? — cuestionó mientras se cruzaba de brazos —¿Acaso usted quiere ser el héroe del joven Sawamura?
—¿Y qué si quiero serlo?— respondió a la defensiva —A usted no lo concierne—
Sin embargo, Oikawa soltó una sonora carcajada como si le acabarán de contar la historia más graciosa de la historia.
—Eso es imposible— siguió riendo
—¿Por qué debería serlo?
—Porque usted terminaría siendo despedido— contestó mientras seguía riendo
—¿Piensa despedirme sólo por esa estúpida razón? — Koushi se estaba molestando por la falta de seriedad en el asunto
—Ohno— negó rápidamente sin dejar de reír —Por más que me complacería despedirlo no se me daría tal honor a mi—
—No estoy entendiendo
—No hay nada que entender— sus risas fueron cesando poco a poco —Para empezar en su contrato se estipula que las relaciones interpersonales con sus colegas están prohibidas y... Iwaizumi será quien lo despida
—Pero él no es mi jefe— Oikawa lo miró un par de segundos y volvió a retomar sus risas escandalosas
—Usted de verdad no la ha entendido— miró el reloj en su muñeca y negó con la cabeza sin detener su buen humor —Ya debo irme— soltó una bocanada de aire cuando trató de calmarse —Zeus se pondrá inquieto — se sacó el celular del bolsillo y se lo tendió a su dueño —No haga nada tonto, ellos tienen mucho de que hablar— explicó con sencillez —No se entrometa y entonces yo no me entrometere
—¿De qué habla?
—Hablo de que ellos dos son la razón por la que rompí mi compromiso y si usted hace algo equivocado... realmente me molestaré y...— hizo una pausa para borrar todo atisbo de alegría en su rostro y reemplazarlo con una frialdad sorprendente —No está ni cerca de conocer lo cruel que puedo ser
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Mi jefe es un idiota
FanficOdiaba a su jefe, su jefe era un idiota que no tenía escrúpulos. Lo odiaba... y su jefe adoraba molestarlo