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El ambiente en la oficina estaba realmente pesado, se podía palpar la tensión y era evidente la batalla de orgullos que se estaba llevando acabo entre los presidentes de sus respectivas empresas.

Meian Shūjo, CEO de Jackals entrepice, competencia directa de Seijoh y enemigo personal de Oikawa Tooru.

Los rumores eran ciertos, el pelinegro y el castaño se habían conocido durante la universidad y fue ahí cuando nació su rivalidad, siempre picandose la cresta entre sí para sacarse de sus casillas o simplemente fastidiarse. Creyeron librarse uno del otro cuando se graduaron, sin embargo, el destino tenía otras cosas preparadas para ellos y mientras Meian ascendía con rapidez gracias al camino del nepotismo, Oikawa se esforzó para ganarse su puesto.

Ambas empresas eran asociones civiles y se dedicaban a lo mismo, sin embargo no se manejaban de la misma forma pues el padre de Meian había impuesto a su hijo como su sucesor sin someterlo a votación, caso contrario en Seijoh, pues desde que el castaño egreso de la universidad tuvo que empezar desde abajo para mostrar y pulir sus propias capacidades, así que cuando el debido momento llegó todos los socios estuvieron de acuerdo que la silla presidencial debía ser tomada por el nieto de Yoshino.

Dos alphas que fueron educados bajo distintas circunstancias, pero con una misma convicción; no dejarse pisotear el uno al otro.

—Dichosos los ojos que te ven Oikawa— dijo el pelinegro mientras sonreía de manera cínica y se recargaba sobre el respaldo de la silla —Hasta que me honras con tu nefasta presencia—

—Me encantaría decir lo mismo, pero me temo que relacionarme con bastardos no es lo mío— se encogió de hombros— Sin embargo...— sus ojos se dirigieron al asistente de Shūgo y sonrió con coquetería — veo que la vista no es tan desagradable después de todo —  la sonrisa de Meian se esfumó.

—Siempre tan hostil— negó con la cabeza —¿Qué van a pensar nuestros asistentes?—

—Oh— su vista se dirigió de nuevo al pelinegro y mantuvo esa expresión burlesca —Yo sé a la perfección que es lo que piensa el mío— meneo su mano quitándole importancia al asunto provocando que Koushi rodara los ojos.

Claro que lo sabía, había sido bastante claro con respecto a lo que pensaba sobre él, no obstante verlo coqueteando de esa forma con el asistente de su rival sólo... lo molestaba demasiado.

¿Por qué siempre tenía que ser impertinente frente a él?

Tsk...

—Pero me interesa más saber que es lo que piensa el joven Osamu— volvió a decir —Quizás pueda sorprenderme y tenga mucho que decir o... expresar— murmuró con tono seductor que pinto un rubor en el gemelo menor.

Meian soltó un gruñido y antes de que pudiera decir algo, la puerta se abrió dejando entrar al señor Mitsubisha y al señor Asuma.

—Muchas gracias por venir señores Meian y Oikawa y lamento los inconvenientes — ambos mencionados se levantaron de su asiento y estrecharon la mano de los recién llegado.

—No se preocupe señor Mitsubisha, estamos a tiempo de realizar los cambios pertinentes en caso de ser necesario— se expresó Oikawa con tal soltura que Meian no quiso quedarse atrás.

—No son inconvenientes, solo un pequeño percance del que nos pudimos percatar antes de que se nos escapara de las manos— el pelinegro esbozó una sonrisa y Tooru alzó una ceja con expectación.

"Este bastardo embustero"

La junta dio inicio y el señor Mitsubisha explicó con pesar lo que había pasado, Oikawa y Meian no se pudieron molestar porque entendían que ese tipo de errores podían ocurrir en cualquier momento.

Al parecer el señor Asuma era nuevo en la empresa y no estaba enterado de la prioridad que se le daba a Seojih sobre Jackals dándole la ventaja a la empresa del pelinegro.

A pesar de que entendían el error, no se les hacia gracia y menos para el castaño, pues significaba la pérdida de un contrato millonario. Ya habían invertido demasiado para la elaboración de la publicidad correspondiente al nuevo modelo de Kia motors y ese dinero no se iba a recuperar en dos días.

El único beneficiado de todo este lío era Shūgo que no tenía ni pena ni gloria.

"Maldito"

—El señor Asuma ha ofrecido su puesto de trabajo para compensar el error — el mencionado agachó la cabeza ofreciendo su más sincera disculpa.

Oikawa estuvo a punto de decirle que eso no le servía para justificar los gastos que ya tenía encima, miró de reojo a Sugawara y soltó un suspiro.

—No necesito su renuncia. Eso no me va a devolver lo invertido, pero agradezco el tiempo para aclarar la situación, solo espero que en un futuro no vuelva a ocurrir— bufo conteniendo el berrinche interno

—Oh, señor Oikawa créame que no volverá a ocurrir. Siempre hemos tenido buenos convenios y para no terminar con estas relaciones quiero proponerle que se haga cargo de la publicidad para la revelación del modelo. Como ya sabe es un evento grande en la que participan las competencias y esta vez queremos echar la casa por la ventana porque Stinguer es nuestro orgullo—

—Será un verdadero placer encargarnos de Stinguer— Oikawa asintió —Mi asistente tomará los detalles y nos estaremos comunicando—

—Debo felicitar a su brillante asistente por haberse percatado de este error—

—Kia tiene a Stinguer y Seijoh tiene al joven Sugawara —bromeó y el mencionado se sonrojó

¿Por qué decía cosas así de la nada? ¿Le funcionaba bien la cabeza? ¿Por qué había veces que no entendía su forma de ser? Primero era hostil y después era tan amable que hasta lo halagaba y eso provocaba que sintiera sensaciones que no supiera explicar.

Últimamente no se entendía ni a él mismo.

—Muy bien, si eso es todo. Nos retiraremos, supongo que esta la ganaste Meian, pero no creas que no sé que tratas de joderme—

—No sabía que te gustaban las conspiraciones, Oikawa— sonrió fingiendo inocencia —Buena suerte atrapando mis fechorías y nos vemos en el aniversario de Seijoh


Mi jefe es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora