Abrió la puerta de la habitación con cuidado de no hacer ningún tipo de ruido que pudiera despertar al peligris que ya estaba dormido en sus brazos. No tenía idea de por qué había tenido un día tan complicado, tantas cosas habían pasado en menos de veinticuatro horas y debía admitir que estaba exhausto, que esa fachada que había mantenido todo el día por fin se estaba cayendo pidiendo un descanso.
Mantenerse orgulloso y rejego no era una virtud tan fácil de sostener. Había pasado años perfeccionando y confeccionando la máscara perfecta sin saber que algún día la misma se haría tan pesada de cargar, sólo quería estar en su apartamento y disfrutar de un whisky mientras se perdía en sus pensamientos, olvidar la disputa que mantuvo con su abuelo en la oficina y también fuera de ella, pensar en una solución que resolviera sus problemas y quizás dormir aunque sea un par de horas, pero eso no había sucedido y ahora traía en brazos a su asistente para llevarlo a su cama.
No tenía idea de como había terminado ahí, sólo recuerda que había salido furibundo de aquella casa fría donde dictaminó que no sería más el heredero si lo iban a obligar a casarse, encendió un cigarrillo y se puso a fumar tratando de calmar sus nervios cuando su celular sonó llevándose la sorpresa de que era su asistente el que había marcado. Tomó la llamada y lo escuchó bastante risueño, le digo bastantes cosas incoherentes y después colgó.
Negó con la cabeza y casi enseguida se subió al auto para ir a buscarlo. No podía dejarlo de esa forma cuando ya lo sabía.
Podría ser un idiota, pero también era un caballero y no se iba a permitir que a Koushi le pasara algo sólo porque volvió a beber por segunda vez consecutiva.
¿No había prometido no dejarlo tomar de esa forma de nuevo? Arg... otra promesa sin cumplir.
Lo demás ya era historia, verlo sobre la mesa cantando mientras Daichi apenas y podía mantenerse en pie era lamentable y sabía que en parte era su culpa. Llamó a Iwaizumi para que fuera por su pareja y él se encargó del peligris.
No quería llevarlo a su apartamento de nuevo, quería estar sólo esa noche, así que decidió buscar entre los archivos de la empresa el currículum digitalizado de Sugawara y por primera vez desde que entró a trabajar se dignó a leerlo llevándose la sorpresa al ver cuán capacitado estaba para el puesto.
Había sido precavido buscando las llaves y ahora estaba en esa habitación poco iluminada para depositarlo con cuidado sobre la cama. Lo arropo y se dedicó a mirarlo unos cuantos minutos en silencio tratando de descifrar porque demonios lo confundía tanto.
Su intención era lograr que renunciará y en vez de eso estaba ahí, arrodillado a su lado, totalmente preocupado por la posible resaca que sufriría al día siguiente.
Chasqueo la lengua.
Lo único bueno es que su jornada ya había acabado y no tendrían que ir a la empresa cuando amaneciera. Se levantó y se dio media vuelta dispuesto a irse, sin embargo, la mano de Koushi lo detuvo.
Oikawa volteó a verlo y lo encontró levantado sobre sus codos para poder alcanzarlo.
—No... no se vaya— pidió y Tooru soltó una pequeña risa bastante divertido.
—Esta ebrio, no sabe lo que está diciendo— trató de soltarse, pero el peligris sólo lo sostuvo más fuerte y lo miró con las mejillas sonrojadas, una imagen que le robó las palabras al castaño y detuvo sus intentos de zafarse
—Sí lo sé — se defendió y volvió a jarlalo hacia él —Yo...
—Ústed debe dormir— volvió a decir el mayor ejerciendo más autoridad en su voz y en respuesta Sugawara negó con la cabeza bastante reacio a querer ceder a las demandas de su jefe.
Se terminó de enderezar sobre la cama y usando ambas manos lo jalo hacia él obligando que el castaño perdiera el equilibrio y cayera sobre la cama.
Koushi recostó su cabeza sobre el pecho de Tooru y evito que se levantará.
—Está molesto— murmuró el peligris mientras Oikawa trataba de recuperar su compostura, no sabía como reaccionar o como debía actuar. Nunca se había visto envuelto en una situación como esa, así que no estaba seguro de que hacer, sin embargo, no podía simplemente negar que la sensación era tranquilizante para su atormentada cabeza. —Sé que está molesto...
—¿De dónde saca esa conclusión?— cuestionó aún sin atreverse a moverse
—Esa mirada...— Koushi se levantó poquito para mirarlo directamente a la cara —Es la misma que traía esta tarde y yo...
El mayor no sabía que pasaba en su interior o porque de pronto todas sus facciones se empezaban a relajar. Escuchar a su asistente, tenerlo de esa forma, encima de su pecho acariciando de forma indirecta lo que le dolía lo estaba confundiendo y ya no sabía si aún quería su renuncia o si algún día podría trabajar de nuevo sin tener esos ojos avellana a las afueras de su oficina esperando la siguiente treta.
—Y yo...— bajó la mirada avergonzado —Prometí estar a su lado de ahora en adelante...
¿Qué?
—No quiero que este solo cuando esté molesto— volvió a decir —Déjeme acompañarlo cuando sienta que ya no pueda cargar con el mundo y entonces...— volvió a recargar su cabeza en el pecho del castaño y puso su mano justo donde debía estar su corazón —Yo lo cargaré con usted...
—Suga...— Pero el muchacho ya se había quedó dormido dejando a un anonado Oikawa quien no supo cómo responder.
¿Qué había dicho? Eso... Él... No...
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Olah. Apuesto que creyeron que jamás volverían a ver tantas notis juntas mías 🙈 pero ps aquí andamos pq ya me dejaron salir del anexo
Falsooo, la universidad me tiene de su mascota, así que no he podido estar al pendiente pq acabo muerta todos los días, pero bueno, ando organizando mis tiempos para terminar esta historia yep yep
También vengo a decirles que voy a traer pronto una serie de One shot de Chigiri y Kunigami de Blue Lock, pq son mi otp y espero le den una oportunidad :D
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Mi jefe es un idiota
FanfictionOdiaba a su jefe, su jefe era un idiota que no tenía escrúpulos. Lo odiaba... y su jefe adoraba molestarlo