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Bo-Katan decidió juntar su colchoneta a la de Din, luego de que la escena en la que ella se despertaba y Din dormía a su lado se repitiera por casi dos semanas seguidas. 

Din no parecía tener algún problema con eso, y Bo agradecía que él no hiciera preguntas. Dormir en compañía de Din ciertamente había hecho que las pesadillas se redujeran lo suficiente. Había noches en las que simplemente dormía profundamente con tan solo sentir el calor corporal de Din junto a ella.

Aunque era imposible sentirse algo avergonzada cuando despertaba acurrucada contra el pecho de Din. Por suerte, nada de esa vergüenza podía ser notada.

Era lo bueno de dormir siempre con el casco puesto.

Relacionarse con los del encubierto ya era más fácil para ella, ya hablaba con otras mujeres, aunque Zaya seguía siendo hasta ahora su amiga más cercana. Junto a Din participaba en las guardias para la seguridad del encubierto y ayudaban en todo lo que era posible.

Bo sentía que finalmente estaba integrándose.

Bo observó como Zaya derribaba a otra de las chicas en medio de un duelo de entrenamiento. Estaban al aire libre, cerca a la enorme laguna que estaba frente a la entrada del encubierto.

—Buen trabajo, Zaya—vitoreó Bo-Katan por su combate ganado—Eres una excelente guerrera.

Zaya sonrió bajo el casco, aunque era imposible para la mujer verlo—Gracias, Bo, siempre trato de entrenar lo suficiente para esto.

Bo le dio una palmada en la espalda, le había permitido a Zaya llamarla de esa forma, luego de que ella misma le preguntara si era adecuado. Bo, recordaba lo mucho que le había molestado cuando la gente en años pasados trataba de hablarle con familiaridad. A las únicas personas que les había permitido llamarla así, había sido a su familia, incluso al imbécil de Pre Vizla. Pero Din, él ni siquiera había pedido su permiso, tal vez porque pensó que no era lo suficiente importante para ella.

Y Bo, no había tocado el tema o discutido por eso. Din le había salvado la vida, y no solo eso, le había dado un lugar en su encubierto, el hombre por si solo se había ganado el honor de llamarla así.

—Como ganadora me gustaría un premio—Dijo Zaya algo presuntuosa—Esa sopa que haces.

—¿Quieres sopa pog?—Bo-Katan ladeó su vista para fijarse en Grogu que estaba cerca de la orilla de la laguna, jugando con los pequeños cangrejos que más bien parecían rocas.

—Me gustaría mucho.

Bo resopló evitando reír—Creo que aun tengo algunos polvos guardados para eso. Si ganas el siguiente duelo lo haré para ti.—Expresó.

Zaya pareció dar un salto de entusiasmo. La jueza le hizo  una seña a la chica de armadura roja para que se acercara, mientras preguntaba quién sería el siguiente retador.

—Yo lo seré.

Bo enfocó su vista en Yennie, su armadura verde le recordaba demasiado a la de Boba Fett. No había cruzado palabra alguna con la mujer desde que llegó al encubierto con Din, y ciertamente no era su persona favorita.

Zaya pareció flaquear ante su nueva retadora, pero Bo-Katan le dio un par de palmadas más para animarla.

La jueza dio la seña y la batalla comenzó. Bo enfocó su mirada sobre ambas, vio como Zaya intentó bloquear los golpes de Yennie, y aunque hizo un buen trabajo, lastimosamente la patada que la mujer de armadura verde le dio en todo el pecho, la derrumbó haciéndola rodar casi a un metro de distancia de ellos.

—¡Ganadora!—Gritó la juez haciendo una señal hacia Yennie.

Los dientes de Bo se rozaron creando un rechinido, se dio media vuelta para ayudar a Zaya a levantarse pero la voz de Yennie la detuvo.

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