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Bo-Katan observó el rostro sonriente de Koska una vez y se quitó el casco al cruzar el umbral de la puerta y cerrarla tras ella. Si bien, había recibido a Koska con los brazos abiertos cuando ella abandonó la flota y se unió a la tribu, no pudo evitar sentirse desconfiada, solo un poco, mientras la amistad de ambas volvía nuevamente a ser la misma de antes.

Seis meses después, finalmente, había decidido decir los votos de clan con ella, tomándola como su hermana formalmente y así, de esta forma, poder ver su rosto nuevamente.

Rostro, que estaba demasiado sonriente.

—¿Qué hiciste? —No puedo evitar preguntar al escuchar cómo soltaba una risita maldadosa.

—¿Qué te hace pensar que hice algo malo? —preguntó mientras tomaba asiento junto a la pelirroja, quien estaba limpiando sus armas sobre una mesa de madera que había comprado Din hace varias rotaciones atrás.

Bo, había contado con la suerte de que, luego que Koska se uniera formalmente a su familia, la armera les cediera una cueva más grande, con dos "habitaciones", la principal en la que dormían Din y ella y la otra en la que dormían Koska, Grogu (cuando quería) y Zaya.

—Te conozco, Koska—Le murmuró Bo-Katan mientras entrecerraba sus ojos de color verde—Se qué hiciste algo...

La mujer de piel morena bufó y sonrió de oreja a oreja—Solo hice enojar un poquito a Yennie.

Bo-Katan rodó los ojos al escucharla, el pasatiempo favorito de Koska desde que llegó al encubierto (luego de descubrir que Yennie era la persona menos favorita de Bo-Katan en todo el encubierto y viceversa) era hacer rabiar a la mujer de Vizla.

—¿Otra vez? —Preguntó con interés, sin poder evitarlo. Yennie y ella apenas y se daban los buenos días, puede que la mujer se haya resignado a que Din estuviera casado con ella, pero, Bo era consciente que eso no las convertía en amigas, y no es como si quisiera tener una amistad con ella. —¿Qué hiciste?

Koska soltó una risita—Fui a llevarle la cena a Din, ya sabes que tiene guardia nocturna y Yennie fue llevarle la comida a su adorado esposo.

Bo-Katan negó mientras la escuchaba, aunque no pudo evitar reír—Te estás aprovechando de los rumores.

—¡Si! Todos creen que tu marido me ha tomado como su segunda esposa, y, si ya Yennie te odia por casarte con él, imagínate lo mucho que me odia a mí al pensar que yo también soy su esposa, pobrecita. —Se burló—Fui a llevarle la cena solo para hacerla enojar.

Bo-Katan negó nuevamente, pero sin parar de reírse, la puerta fue tocada, el casco color rojizo de Zaya apareció y la abrió ligeramente, entrando al lugar con una bandeja en la que estaba la cena de todos. Grogu parecía orgulloso, sosteniendo su propio plato de comida.

—No lo vas a creer, pero hice el estofado de hoy—Zaya tomó asiento con cuidado y, posó la bandeja sobre la mesa. —No lloré con las cebollas esta vez.

—Que orgullo—Respondió Koska mientras agarraba su cena y un cubierto—Esta chica tiene futuro, Bo. Princesa de Mandalore y adicional, buena cocinera, dos por uno.

Zaya bufó y se quitó el casco para comenzar a comer—No me simpatizas.

Koska le jaló un mechón de cabello—Sé que me quieres mucho, aunque no quieras admitirlo. Recuerda que soy tu ba'vodu.

Zaya rodó sus ojos morados y bufó nuevamente. Ayudó a Grogu a acomodarse sobre su asiento y quedar de la misma altura de la mesa—Grogu también ayudó a cocinar ¿Verdad?

—¡Patu! —Murmuró el niño demasiado orgulloso.

—¡Ya eres un niño grande, Grogu, dentro de poco podrás irte a cazar con los adultos! —Le halagó Koska aumentando el ego del pequeño.

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