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Se habían quedado al menos cinco días más en Tatooine, Bo no pudo evitar sentir que su viaje hasta ese arenoso planeta había sido una perdida de tiempo, según el último informe que Boba Fett había recibido, la banda de traficantes de especias había decidido salir de Tatooine, y buscar suerte en otro planeta.

—Finalmente nos largaremos de aquí—Expresó Bo mientras observaba a los tres droides del Hangar de Peli ingresar al Guantelete los suministros  compuestos entre comida y otros objetos (como cobijas, y utensilios) que habían comprado con los créditos que Fett les había pagado.

Din aún estaba en el palacio de Fett, Zaya Grogu y ella habían decidido adelantarse. No es como si Bo quisiera pasar más tiempo en presencia del hombre.

La noche ya había caído en Tatooine y Bo esperaba que Din se apareciera en los próximos minutos para finalmente poner en marcha el Guantelete y regresar al encubierto.

—Bueno, ya me iré a dormir—Peli le dio un par de palmadas a Bo en su hombro—Espero que Mando y tú vengan a visitarme.

Bo sonrió bajo el casco—Así lo será.

Los droides también se despidieron. Bo dejo la rampa del Guantelete bajada, estaba segura que Din aparecería dentro de poco, entró a su nave y observó a Zaya introducir grandes porciones de pan en su casco ligeramente alzado, aunque ella no pudo ver ni un centímetro de piel de la chica—La comida no se acabará, Zaya—Se burló al verla comer con desesperación—Mañana podría preparar algo de sopa pog, he comprado ingredientes para comerla fresca.

Zaya masticó con prisa y tragó—¡No…! ¿Por qué justo mañana? ¿No puede ser otro día?

Bo enarcó una ceja que la chica obviamente no pudo ver—¿Por qué mañana no?

Zaya se removió—Mañana es día de ayuno, Bo ¿Lo olvidas? Estoy comiendo todo lo posible para poder aguantar todo el día sin comer.—La chica agarró una tira de carne seca y la metió por el espacio disponible de su casco.

Bo frunció el ceño tras su casco—¿Ayuno? ¿Qué ayuno?

Zaya casi se quedó petrificada al escucharla—El ayuno… que hacemos una vez cada semana, Bo… ¿Tu… no lo has hecho?—Preguntó con cautela.

Bo se tensó, llevaba meses viviendo en el encubierto y Din jamás le había hablado sobre eso—No.. yo… No lo sabía—Murmuró—¿Para... para que es ese ayuno?

Zaya suspiró—Es un día sagrado, Bo. Le rezamos al manda varias horas ese día para agradecerle cada una de las cosas que hemos obtenido y también pedimos por nuestros familiares, vivos y muertos, y por las cosas que deseamos.

Bo asintió al escucharla—Yo no… yo no sabía.

Zaya sonrió bajo el casco—Estoy segura que Din tiene una buena razón para eso—Murmuró y llevó el último pedazo de pan a la apertura que había dejado al alzar ligeramente su casco—Bien, estoy llena. No hables de comida mañana, Bo—Se burló y se colocó de pie—Iré a dormir a una de las cápsulas, Grogu ya se durmió.

Bo asintió—Descansa, Zaya. Si Din aparece dentro de la próxima media hora, posiblemente no demoremos más de diez horas en regresar al encubierto.

—¡Bien! Ya quiero presumir mis armas—Exclamó, le dio un apretón a Bo en el brazo y se fue al pequeño espacio destinado a dormir en el Guantelete.

Bo se quedo sola en el área de pilotaje, R5 estaba allí pero parecía estar en su estado de descanso, así que era como estar sola. El silencio podría decirse que era su única compañía, o al menos lo fue hasta que escuchó la moto deslizadora llegar al hangar y luego a Din subir la rampa y entrar al Guantelete.

—Fett estaba algo borracho, no quería dejarme ir.—Murmuró Din al ver a Bo-Katan sentada en el asiento del piloto—¿Zaya?—Preguntó al no verla.

Los labios de Bo temblaron, se sentía molesta y al mismo tiempo tan ignorante.—¿Por qué no me dijiste sobre el ayuno semanal?

Din se quedó quieto por unos segundos, jamás esperó esa respuesta—¿Qué?

—¡El ayuno!—Casi gritó pero se contuvo, no quería despertar a Grogu ni a Zaya, y menos interrumpir el tiempo de carga de R5—He estado meses en el encubierto y hasta ahora me entero que ustedes ayunan una vez a la semana ¿Por qué no me dijiste?

Din soltó un suspiro y tomó asiento en la silla del copiloto, esa que estaba a un metro tras la principal—Eras nueva en el encubierto, Bo,  no iba a ponerte a ayunar a la semana siguiente de tu unión.

Bo soltó un gruñido y presionó un par de botones, la rampa se cerró y también, la puerta para dar acceso al área en la que ellos se encontraban—Pero podías decirme, mierda ¡Si no es por Zaya jamás me hubiera enterado! Meses, Din, he estado meses en el encubierto y tú no me habías hablado de eso.

—No es importante, Bo—Murmuró Din tratando de finalizar la conversación.

—¿No es importante?—El cuerpo de la mandaloriana tembló—¿Tu ayunas, Din?

El mandaloriano se tensó al escucharla—No entiendo por qué estas....

—Respóndeme, Din—Gruño nuevamente la pelirroja—¿Tu ayunas?

El hombre respiró profundo y luego suspiró—Si, si ayuno.

Bo-Katan asintió, la rabia la hacía temblar—Yo también soy parte del encubierto, tus tradiciones ahora también son las mías ¿Por qué no me dijiste? ¿O acaso no crees que soy capaz de seguirlas?—Preguntó con rabia—¿Crees que soy demasiado ignorante para…?

—No digas eso—La interrumpió Din—Yo solo… no quería hacerte sentir incómoda, Bo. Lo juro, jamás fue mi intensión ocultártelo, en algún momento pensé en decírtelo pero quería que te sintieras cómoda primero, ya luego podría explicarte todo lo que nosotros hacíamos. El camino… se qué, bueno, tu dijiste que éramos demasiado ortodoxos cuando nos conocimos y...

Bo gruñó nuevamente, se mordió los labios al recordar todas las cosas que había dicho tiempo atrás—Era una idiota, Din, yo solo…  solo quiero hacer las cosas bien ¿Te imaginas y se me hubiera ocurrido ir a la cocina y pedir algo de comida mañana cuando lleguemos? Ahora entiendo todas esas veces que ibas a buscar comida solo para mí.

Din suspiró, se colocó de pie y se acercó a la mujer frente a él—Lo siento, Bo. En serio, podemos.. podemos ayunar mañana juntos y rezar.

Bo soltó una risita al escucharlo. Algunas veces sentía tan irreal el hecho de que ahora ella seguía el camino—Debería enojarme contigo y no hablarte.

Din río de nuevo, se agachó ligeramente y tomó la mano de Bo, dándole un ligero apretón—Entonces… ¿No estás molesta?

Bo negó, se quitó el casco con su brazo libre—Prométeme que no me ocultarás más cosas.

Din la imitó, quitándose el casco con ayuda de su brazo libre—Lo prometo.

Bo sonrió y asintió, arrancó los motores del Guantelete y se alzaron en el aire, pasaron solo tres minutos hasta que lograron salir de la atmósfera de Tatooine y llegar al espacio, Bo introdujo las coordenadas e hicieron el salto al hiperespacio.

Pronto estarían en casa.

UWUWUSUSUSUSUSUSUSUUWUW

Buenas, como estamos ? Todo verygood? 😂

Bueno acá un nuevo capítulo, ya apartir del próximo las cosas comenzarán a avanzar tal cual como queremos 🥺♥️

Gracias por sus votos y comentarios, me animan a seguir escribiendo 😭♥️

El domingo estaré subiendo un nuevo cap.

Besos!!

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