Sinopsis.

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Mi cabello caía por mis hombros y hasta mis caderas en perfectas ondas suaves, usaba un vestido blanco, tan blanco como la nieve, venía agarrada al brazo de la única persona que podría haber sido. Y fue una suerte porque de haber caminado sola ese día, me habría tambaleado de los nervios.

Fue cuando entre en la pequeña capilla que se había improvisado en el jardín, cuando lo ví ahí, con las manos apretadas entre si, lo conocía tan bien como para saber que se moría de los nervios, justo como yo.

Cuando el me miró, y pude ver reflejados mis ojos en los suyos, tuve un flashback completo de todos los momentos que había pasado junto al hombre que estaba parado en el altar, apunto de soltar en llanto, desde el primer día me lo había dado todo, aún y cuando yo no me percataba, siempre estuvo para mí y me puso en primer lugar, me protegió  una y otra vez, fue tras de mi, y se quedó a distancia para que yo no explotará. El supo por dónde llevarme cada vez para que yo estuviera segura. El lo había hecho todo.

El me dió lo que no sabía que tanto quería.

El quemaría todo el puto mundo si eso me hiciera sonreír.

Tantas veces desee entre lagrimas que las cosas hubieran sido diferentes, pero ahora, sabiendo que todos esos acontecimientos me llevarían al día de hoy, habría vuelto a tomar las mismas elecciones, todas y cada una de ellas.

Todo cobro sentido, todo valió la pena...

Hubiera dejado que el mundo entero me consumiera si eso me iba a permitir ver mis ojos en los suyos el resto de mis días.

Elígeme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora