Capítulo 12

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•Algo siempre puede salir mal•
Elena

Desde la partida del hombre que ayudo a darme la vida, sufría ataques de ansiedad. A veces cuando me sentía dejada en segundo plano, o abandonada, mi corazón se agitaba, mi pulso se aceleraba y sobre todo, sentía que me faltaba el aire.

Descubrí que entre más alto fuera un edificio, más fuerte corría el viento. Así que comencé a subir edificios muy grandes cuando me sentía así. Algunas veces me conformaba con salir de los lugares cerrados. Pero una vez hubiera tomado una enorme bocanada de aire fresco, corría a esconderme al armario.

Irónico ¿No?

Hace algún tiempo que ya no corría a esconderme al armario, pero seguía necesitando el aire frío.

La primera vez que me subí a Valentín, el aire golpeando con fuerza en mi cara me hizo sentir viva, me hizo sentir a salvó. Fue mucho mejor que subir al edificio más grande de la ciudad.

Pronto descubrí, que no era la velocidad a la que corría Valentín. Sino los brazos a los que esa velocidad me obligaba a ir abrazada.

Nathan era... Como una bocanada de aire fresco, eso era.

.~.

"¿Qué harás hoy?"

Era sábado por la mañana y el mensaje de Nathan me hizo sonreír. Esa pregunta significaba que esperaba pasar todo el día conmigo.

"No tengo planes aún, ¿Por qué?"

"Te llevaré a conocer a mi familia más tarde, no acepto una negativa como respuesta, paso por ti a las 3"

A veces olvidaba lo mandon que Nathan podía llegar a ser. Mire la hora, eran apenas las 10 de la mañana, faltaba mucho para las 3, pero el pensar en conocer a la familia de mi novio me hizo entrar en pánico. Corrí al armario y busque entre mi ropa. ¡Increíble! Debo dejar de vestirme como adolescente sin identidad propia.

Saque todos los vestidos que he comprado para presentar proyectos y exposiciones a lo largo de la licenciatura. Y los observé detalladamente. Todos tenían algo en contra. O eran muy cortos, o muy largos, o muy formales, o en ese momento me parecían feos. Pase horas y horas buscando el atuendo perfecto. Decidí optar por un vestido blanco con rayas verticales en azul rey, no tenía un corte recto y era bastante largo, considerando que soy bastante bajita, el vestido que quizá debería llegar a las rodillas, me llegaba casi hasta la pantorrilla, era de tirantes y el escote en forma de corazón. Me puse unas zapatillas abiertas de color blanco y una bolsa del mismo color. Muy básico pero lindo. O fue lo mejor que conseguí. Me planche el cabello y me puse un maquillaje muy ligero. No quería exagerar.

Cómo siempre, Nathan estaba fuera de mi casa justo a las 3 pm, su puntualidad era increíble.

Salí de la casa y me encontré con mi perfecto novio. Tenía miedo de haber exagerado pero al verlo me calme. Nathan iba un poco más casual que lo que suele usar cuando trabaja pero seguía viéndose elegante.

—Debí haber muerto por mi patria en mi vida pasada, ¿o porque se me está recompensando con una mujer como tu? —No dejo de mirarme ni un segundo.

Uso esa mirada, la que solamente tenía cuando me veía a mi.

—Harás que vuelva a entrar en mi casa, te lo advierto. —Sentencie.

Elígeme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora