Capitulo 49

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•Quiero ser...•
Elena

Las 3 estábamos almorzando juntas.

—¿Ya compraron sus vestidos para la cena baile?

—Claro que si, ¿Tu no? —Dijo asombrada Nat.

—La verdad es que no.

—Elena, ¡Es mañana!

—Ya sé, iré hoy lo prometo, no he tenido cabeza para eso.

—Ustedes irán con novio ¿Cierto? Es que yo soy la única soltera no es justo.

—¿Y si vamos solas? Digo es nuestra última fiesta como universitarias tal vez deberíamos.

—¿No crees que Ian se enoje? Deporsi dice que me avergüenzo de el porque nunca lo invito a ningún lado.

—No si le digo que solo nos dieron un pase.

—Solo un estúpido creería eso. —Apunto Nat.

—Pues entonces digamos la verdad. Que tan malo podría ser.

—¡Está hecho! Igual mañana después de la clausura podemos ir a comer en familia y ya para la noche nos vamos solas. Me gusta. —Dijo Hannia muy feliz.

No era que me molestará llevar a Nate, era que yo sabía que Sebastián estaría ahí y no quería pasarle por el frente con mi nuevo novio súper cariñoso y atento. No le haría eso. Así como he procurado no hacer muy pública nuestra relación, al menos hasta que pase un tiempo y Seb lo haya superado.

Esa tarde me llevaron a un centro comercial tras otro hasta que encontraron lo que según ellas era EL VESTIDO, la verdad es que tenían un muy buen gusto, era un vestido largo, de la cintura era tipo corset, me hacía una cintura de infarto, de los pechos era recto y con la tela un poco arrugada de lado a lado, no sabría decir cómo se llama el estilo, la tela era lisa pero algunas partes estaban sujetas al otro lado de la cintura dándole una muy linda caída, además de que hacia donde se sujetaba la tela también se encontraba una abertura en la pierna , que bien podría llegar hasta mi zona íntima pero por la caída no se veía absolutamente nada.

Al día siguiente muy temprano era la ceremonia de titulación. Lo único que nos pidieron era ir formal y de negro. Así que opte por un pantalón de vestir recto y algo ajustado de tiro alto, una camisa blanca y un blazzer negro, Hannia iba igual que yo solo que su blusa era diferente corte y Nat había optado por una falda de vestir en vez de un pantalón. Las 3 calzabamos unas zapatillas negras no muy altas, solo que las mías eran abiertas y las de ellas cerradas.

En cuanto llegue nos fuimos a sentar a los lugares que nos indicaron, en el podio estaba la mesa directiva de la universidad y más abajo estaban las sillas para los estudiantes separadas por grupos, éramos 4 grupos en total de los que ese año solo habíamos logrado terminar aproximadamente 23-25 de los 50 con los que había iniciado cada grupo, en algunos grupos había menos que en otros.

Y más atrás de las sillas se encontraban los familiares de todos los estudiantes, eran demasiado así que ni siquiera sabía dónde estaba mi familia o Nathan que seguramente había venido con sus padres.

Ahora que lo pienso, yo estuve cuando terminó Ian pero no conocí a Nate entonces, no recuerdo haberlo visto a decir verdad.

Ese año como el mejor promedio de la generación me había tocado dar el discurso, en realidad lo había escrito desde hace mucho tiempo, específicamente en Madrid, con Sebastián a mi lado dándome ideas y ayudándome a darle forma. Pensé en escribir uno nuevo, uno que no llevará su nombre en la dedicatoria personal que le había dado, pero no pude, nada más salió de mi cabeza así que al término del pase de lista donde nos dieron a todos nuestro título no me quedo más opción que pararme ahí y leerlo.

Elígeme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora