Capitulo 13

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•No me busques•
Elena

Mis clases ese día habían sido agotadoras. O quizá se debía a qué un día antes me había parecido una buena idea desvelarme viendo películas con Nathan. Así que mi falta de sueño me hacía estar de un humor de los perros.

—Te traje un café cielo, necesito que quites ese rostro, arruinas mi aura. —Le recibí el café a Hannia y omití su comentario para darle un sorbo.

—¿Ya me vas a decir que pasa entre tu y mi hermano? —Yo sabía lo aterradora que podría verse mi mirada en ese momento y la reacción de Hannia me lo confirmó.

A pesar de que era una pregunta que había hecho muchas veces, está vez escupió el café y comenzó a toser descontroladamente. Mientras yo la veía con una ceja enarcada. 

—¡No sé lo que pasa, bien! Deja de preguntarmelo a mi y pregúntaselo a el, quizá me traigas algunas respuestas. —Se limpio la boca con una servilleta y vi como su expresión cambio.

—¿O sea que si pasa algo? —Por algún motivo eso me provocó una sonrisa.

Eso explicaba porque Hannia no había estado saliendo con chicos últimamente.

—El día de tu cumpleaños me besó. —Trague fuerte mi café y comencé a toser justo como lo hizo ella antes. —Pero luego se disculpo conmigo y me pidió que lo olvidará. ¡Es un imbécil! ¿Cómo me pide eso?

—Vaya, que idiota. —No pude estar más de acuerdo.

—¡Si me besa debería hacerse cargo de mis sentimientos! ¿Que cree que soy? ¿Un plato que puede desechar después de usarlo? —Me estaba gritando por algo que no era mi culpa.

Debo parecerle la mala aquí, después de todo, me parezco lo suficiente a Ian como para que quiera asesinarme en su lugar.

—Por fin estás dispuesta a tomarlo y llevártelo a casa ¿He? —La idea de Hannia siendo mi cuñada me parecía increíble.

—¡No es eso! Es solo que... No lo sé. Tal vez solo tengo un capricho.

—Pues define tus sentimientos antes de hacer cualquier tontería. Mi hermano no es capricho de nadie. —Solte antes de pensarlo bien, cuando se trata de Ian entro a la defensiva siempre.

No lo puedo evitar.
Ahora entiendo porque Nat me pidió que no confundiera a su hermano.

—Aunque quisiera estar con el, me pidió que lo olvidará. —Su rostro pasaba de la furia a la tristeza en segundos.

—Te buscará. Lo conozco. Los conozco a todos, Ian no es diferente. —Dije después de pensarlo mejor y calmarme. Hannia no era la mala.

—Siempre haz tenido una gran boca. —sonrió un poco— Nadie creería como te comportas con Nate. —Alzo ambas cejas y deladeo la cabeza retadora.

—Cállate, arruinarás mi reputación.  —Le sonreí y me dió un pequeño golpe en el hombro.

Al término de mis clases, por mucho que deseaba ir a dormir, me dirigí directamente al trabajo de Ian. Entre como si trabajará también ahí, saludé al secretario y me dirigí directamente a la oficina de mi hermanito. Quien se sorprendió un poco al verme llegar.

—¿Qué haces aquí? ¿Nate te dejo? Hace mucho no te paras cerca de aquí. —Solo me miró unos segundos y regreso a ver su pantalla sin dejar de hablarme.

—Me dijeron que besaste a mi mejor amiga. —Fui directo al grano.

Lo ví tensarse pero no levantó su mirada.

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