Capitulo 7.

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•Por primera vez•

Elena


Desperté, estuve desorientada por unos segundos, hasta que recordé. ¡Tragáme tierra!

Al parecer Ian le había dicho a mamá que estaba enferma, pues poco después de que desperté me trajo un té, y algunas pastillas para que me sintiera mejor. No me molestaron en toda la mañana, y yo no pude salir de la cama.

Quise desaparecer.

Me iba a permitir esconderme hoy, porque mañana me obligaría a levantarme como si ese episodio de mi vida llamado Nathan, nunca hubiera ocurrido. Hannia no me había llamado, en algún momento lo pensé y estuve apunto de llamarla, pero llamarla implicaría tener que contarle todo y no me creía capaz de hacer eso sin sentirme estúpida y a eso sumarle que tendría que soportar a una Hannia diciendo "¡te lo dije!" por todos lados. Ya mañana la veré y será otro día.

Me pase analizando una y otra vez que es lo que había pasado. Y cuál era el motivo por el cual no podía sacarme a Nathan de la cabeza.
Lo hice, ya lo dije y no lo puedo retirar, ¡¿que mierda pasa conmigo?!, porque inclusive, solté unas cuantas lágrimas.

Debió ser el alcohol.

Soy impulsiva, por eso dije lo que dije pero ahora, ¿Me arrepiento? Estoy muy confundida.
Muchas veces quise mandarle un mensaje a Nathan pero no fui capaz, después de todas las cosas horribles que dije, probablemente no quiera volver a saber de mí nunca.

Y es lo mejor...

El me dijo que me quería, con todo y lo mierda que fui con el, dijo que me quería. Pero no es la primera vez que me lo han dicho, ¿Porque se siente diferente está vez?

Sé la respuesta no voy a mentir. Pero si lo admito no hay vuelta atrás. Y no me haré eso.

Eran pasadas las 7 de la noche, mamá e Ian estaban en la sala. Así que baje.

—¿Cómo estás mi amor? ¿Ya te sientes mejor? ¿Quieres comer algo? —Mi mamá era lo más lindo del mundo.

—No mami, estoy bien gracias. —Ian analizo mi rostro, pero entonces fue interrumpido por el sonido de su celular, vio la pantalla y se levantó para ir a contestar.

Yo tome su lugar y me acurruque en mi mamá, ella me envolvió en sus brazos y beso mi frente. Vi a Ian tomar las llaves del auto y salir casi corriendo, estaba apunto de preguntar a dónde iba cuando mi mamá me habló.

—¿Que pasa? —Pregunto con dulzura mientras me acariciaba el cabello.

—No pasa nada.

—Claro que pasa, cuando una va a acostarse en los brazos de su mamá, es porque el corazón duele.

No saben lo mucho que tuve que luchar para no romper en llanto ahí mismo. Es como si la Elena de 9 años jamás hubiera desaparecido.

Me asusto el pensar que una pizca de sentimientos hacia alguien más, podía conseguir esa reacción en mi. Que el mínimo indicio de afecto, podía conseguir que todo el dolor volviera. Estaba aterrada. Y solo pude hacerme pequeñita en los brazos de mi mamá.

—Solo quiero estar contigo. —La abrace con más fuerza.

—Tu piensas que yo no me doy cuenta de nada, pero soy tu madre, conozco cada rasgo de tu cara y se muy bien cuando estás feliz, triste y últimamente ví una emoción que nunca habías tenido antes.

—No es nada mami, de verdad. —Estuve a punto de preguntar acerca de cuál emoción hablaba. Pero me arrepentí. Porque estaba casi segura de cuál sería su respuesta.

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