Capitulo 19

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•Por primera vez•
Elena

Debía hablar con Nathan ya.

Nat había estado preguntándome casi diario si ya le había dicho lo del intercambio, se moría por poder hacer planes al respecto a todo pulmón.

Iba camino a su oficina, el estaba enterado y esperándome. Había planeado la forma de decírselo tantas veces dentro de mi cabeza.

Se alegrará por mi— me dije una y otra vez.

Cuando estuve frente a la puerta de su oficina quise arrepentirme e irme. Quizá si me iba sin decírselo se le olvidaría pronto. Descarte la idea de inmediato, sobre todo porque no me creía capaz de dejar ir a Nathan. No a él.
Entre en su oficina y lo encontré sentado en su escritorio rodeado de papeles, igual que siempre, levanto la mirada y me regaló una sonrisa preciosa, natural y cargada de felicidad genuina. Sin hablar de lo transparentes que se veían sus ojos.

—¿Mucho trabajo?

—Siempre, pero puede esperar, te he extrañado mucho, ven aquí.

Obedecí. Me acerque a él y lo deje darme un cálido y largo beso. Le sonreí al despegarnos. Camine hasta el sofá y lo ví seguirme.

—Tengo que hablar contigo.

—No pensarás terminar conmigo ¿O si? —Por un momento hubo preocupación en sus ojos.

—No, al menos que tú lo quieras así. —Se quedó mirándome esperando que siguiera— la cosa es... Desde mi segundo año he estado aplicando para el programa de intercambio al extranjero.

—Creo que he oído de eso, Natalia también aplicó. Pero no se quedó.

—Esa es la cosa, resulta que hemos sido aceptadas, para nuestro último año en la licenciatura.

Se quedó unos segundos en silencio, sopesando su respuesta. No era la reacción que esperaba. Creí que solo había dos opciones posibles, que se alegrará por mi al instante, o que repudiara la idea, pero el que se quedará sin palabras no estaba en mis opciones.

—Dime algo.

—¿Te irás por un año? —Asentí.

—Aún tenemos tiempo, podemos pasarlo juntos antes de que me vaya y...

—¿Y cuando te vayas que? ¿Te conseguirás a alguien más? —Me interrumpió.

¿Qué? No podía creer lo que escuchaba. Al parecer está listo para dejarme ir.

—Planeaba mantener una relación a distancia, creía que quizá funcionaria...—lo mire directo a los ojos— pero al parecer piensas igual que Susana. Por algo son amigos.

No habíamos tocado el tema desde el incidente y aunque me prometí olvidar el tema, no pude evitar sacarselo en cara.
No dijo nada, y esa fue mi más clara respuesta. Tome mi bolsa y me levanté, dispuesta a irme.
Nathan me tomo por la muñeca impidiendome avanzar.

—No lo hagas, no es justo, no puedes llegar con algo como eso y esperar que no diga nada. —Estaba molesto.

—Podrías estar feliz por mi, ¿Sabes lo que esto significa?

Era consciente de mi fría mirada y lo que está provocaba en Nathan, pero eso quería conseguir ahora, quería hacerlo sentir igual de imbécil que como me sentía yo al esperar tanto de él.

—Lo siento, no supe cómo reaccionar, solo, hablemoslo.

—Ya no tengo ganas.

Conseguí pararme y salir de su oficina. No me siguió, y yo agradecí por eso.

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