David
El impacto inicial que tuvieron las palabras de mi madre no fue suficiente para convencerme de ser honesto, y la negatividad y las dudas volvieron a apoderarse de mí ¿Cómo iba a decirle lo que me pasaba? ¿Cómo le iba a explicar lo contradictorios que eran mis sentimientos, lo que sucedió con León? ¿Cómo poner en palabras ese conflicto tan extraño, absorbente y disparatado que se retorcía dentro de mi corazón?
—¿Y si no puedo decírtelo? —le dije con voz rota—¿Y sí en verdad no puedo decírtelo? —Ella me miró con miedo, tal vez pensó que algo realmente grave sucedía, pero yo continué hablando sin poder contenerme más, con un tono tembloroso, lastimero y entrecortado, difícil de entender—aunque te lo diga no creo que lo comprendas, o que pueda hacer que lo comprendas, ni siquiera sé si yo mismo me entiendo del todo, y aunque quiero decirlo y que alguien me dé una solución no estoy seguro de que haya nadie con quien pueda hablar ¿entiendes? ¡No se trata solo de si confío en ti o no porque directamente no confío en nadie! ¿¡Entiendes!? ¡En verdad soy una persona tan lamentable que no tengo a nadie en quien confiar! —para ese momento ya estaba llorando y sentía que me faltaba el aire. Bajé la cabeza y me abracé a mí mismo, incapaz de volver a hablar.
Durante un instante el mundo desapareció y solo quedé yo, temblando y respirando con dificultad. Luego unos brazos me rodearon con cuidado, a tientas, para darme la oportunidad de apartarlos si era necesario. Me quedé quieto.
—Lamento que te sientas así. Nadie quiere sentirse así de solo —me dijo mi madre en un susurro, y me di cuenta de que de una forma muy queda, ella también estaba llorando.
Dejé que la calidez de ese abrazo me tranquilizara, y una vez mi respiración se ralentizó me aferré a mi madre con más fuerza. Lloré hasta que ya no pude más.
◇◆◇◆◇
En retrospectiva el día siguiente a la conversación con mi madre fue un día feliz, pero en su momento se sintió raro, porque había un ligero aire de esperanza, y al mismo tiempo una sensación de tristeza, desolación e incertidumbre, y es que un primer paso de cualquier cosa no te asegura el futuro.
Ese día estaba un poco asustado de cómo me iba a tratar mi madre, de si se iba a volver demasiado protectora o peor aún, volveríamos a lo de siempre. Además, todos mis problemas se quedaron donde los dejé, y el que más me carcomía por dentro era el que tenía que ver con León.
De alguna forma el hablar con mi madre, aunque ni si quiera le dijera todo, y el llorar hasta cansarme me despejó, como si las lágrimas se llevaran consigo algunas impurezas, sin embargo, todavía no tenía el valor suficiente para hablar con León. Ese día, lo que hice fue pensar, durante todo el tiempo que estuve en la escuela hasta que volví a casa.
Cuando mi madre y yo nos sentamos a la mesa, ella me dijo «después de comer tenemos que hablar», y así fue. A modo de preguntas, recapituló lo que dije durante la noche, y yo decidí cooperar en lugar de hacerme el loco, de tal forma que una vez más, tuve que aceptar delante de ella que no confiaba en nadie. Fue más difícil decirlo con los pies en la tierra que dejándome llevar por mis emociones.
—Sé que no debería ser así, pero...no puedo evitarlo. Siento que...las cosas que pienso...o que me preocupan no puedo hablarlas con nadie...que solo las entiendo yo... —entre más hablaba más estúpido me sentía, y solo quería que el sillón me tragara.
—Creo que la mayoría de las personas sentimos lo mismo en algún punto de nuestra vida.
—¿Tú te has sentido así?
—Sí —su mirada pareció perderse mientras pensaba en lo que estaba a punto de decir—tu abuela... era una persona muy cerrada, distante y estricta, era imposible hablar con ella de cualquiera de mis preocupaciones. Tampoco tenía amigas cercanas en la escuela. Por mucho tiempo mi única amiga fue Adela, la mamá de León, pero al irse sentí que me quedé sin ningún tipo de soporte, y pasaron varios años en los que me sentí muy, muy sola.
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Motas de polvo en la historia del mundo
Teen Fiction¿Qué se hace cuando tu vida no es lo que quisieras que fuera? ¿Qué se hace cuando eres incapaz de cambiarla? *** David es un adolescente que lleva una existencia bastante aburrida. Es la única persona de su edad en el barrio donde vive, detesta la...