Chapter Twenty One

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Narrador Omnisciente.

El gran estruendo que sonó en la sala de aquella casa hizo que todos los presentes bajaran su cabeza, intimidados por la actitud enfurecida del de trenzas.

La mesa de cristal, hecha trizas en el suelo, mientras que Tom cerraba sus ojos, respirando con desesperación, intentando mantener la cama, pero era completamente imposible.

Estaba apunto de volverse loco, por primera vez en toda su vida se sentía perdido, por primera vez en veinte años no sabía que hacer, por primera vez estaba apunto de pegarse un tiro en su propia casa.

Lydia, Lydia, Lydia, Lydia.

─Mocosa... ¿Dónde mierda estás?─ Susurro para el mismo, llevo sus manos a su cabeza, sin importarle que estaba siendo observado por su completo personal, quienes esperaban sus órdenes.

La muerte de Warren, la desaparición de Lydia, la forma en que Flavio quería destruir su imperio y estaba comenzando por quitarle a su droga de calma, a lo que por un tiempo había hecho un cambio radical en el.

─J-jefe... ¿Que debemos hacer?─ La voz temblorosa de uno de sus armados le saco de sus pensamientos.

─¿Que deben hacer? ¿Realmente me preguntas eso en este momento? ¡Lydia está desaparecida, y Warren está muerto!.─ Trago saliva, la sola imagen de la pelinegra siendo maltratada por aquel hombre le causaba estragos, le causaba la furia. ─Cierren el club... Todo tipo de negocio que tengamos, cierrenlo, protejan mis terrenos más lujosos.

El de trenzas se movió hasta la otra mesa, y con un ademan de cabeza llamo al grupo de hombres, para que estos se acercaran, lo cual hicieron con rapidez.

─Quiero que se comuniquen con Lucas, el tiene una deuda conmigo, ofrezcan la libertad a cambio de sus armas, las más fuertes y peligrosas, Mañana a primera hora quiero miles de cajas con armamentos llegando, hasta dejarlo sin nada, sin absolutamente nada, no se detengan a mirar si es muy valioso o no, ustedes solo depuren.

─Este es el plano arquitectónico.─ Eliot se abrió paso entre los hombres y le extendió el objeto a Tom, quien rápidamente lo abrió.

─Aqui...─ Coloco su dedo en una dirección.─ Este es el lugar donde la rata italiana guarda su mejor mercancía, y no estoy hablando de chicas, ese negocio es solo mío., Me refiero a su venta de droga, quiero que prendan fuego al lugar, que ni siquiera puedan reconocerlo, y me importa una mierda si hay personas dentro, que mueran de la misma manera.─ Hizo una breve pausa, levantando su vista hacia sus armados. ─Y si no cumplen mis órdenes, ustedes también terminarán dentro.

─Tom... Eso es demasiado arriesgado, no podemos atacar así, de la nada.─ Contradijo el rubio, obteniendo la atención de todos en el lugar, especialmente la del mafioso.

─Tiene a Lydia.─ Gruño. ─ Y me importa una mierda si es arriesgado, todos esos hijos de puta conoceran el por qué hasta la policía está de mi lado.

El rubio trago saliva, toda su vida había lidiado con Tom, furioso, molesto, fastidiado, irritado, se todas las emociones posibles, pero esta era completamente nueva, a esta no le importaba morir con tal de tener a la pelinegra con el.

─¿Que hara el otro grupo?─ Eliot luchaba por qué en su voz no se notará el miedo que comenzaba a invadirle.

─El primer grupo será liderado por Benjamín. ─ el mencionado asintió. ─Ustedes se encargaron de acabar con todos los negocios y quemar hasta la última vida que se encuentra. El segundo lo llevas tu, Eliot... Te encargarás de la inteligencia, en cuanto Flavio sepa que está a punto de caer en desgracia, tendrá que salir de su maldito escondite, y ahí es cuando tú le darás la ubicación al tercer grupo. Alessandro, tu te encargarás de este, ustedes atacarán a la familia del italiano, no me importa quienes sean, no me importa su edad, su género, me importa una total mierda si están enfermos o débiles, ustedes grabarán un vídeo donde torturan a todos y cada uno de ellos, Eliot recibirá estos, y se encargara de que le lleguen exactamente a Flavio. ─Una sonrisa ladina se formó en su rostro. ─ Yo voy liderando el cuarto grupo, nosotros atacaremos el escondite del italiano, y mis acompañantes se encargaran de atrapar a todos y cada uno de los involucrados, los quiero vivos, escuchen bien, VIVOS, yo personalmente acabaré con su insignificante presencia.

𝗦𝘁𝗼𝗰𝗸𝗵𝗼𝗹𝗺 ; Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora