Capítulo 20

85 4 0
                                    

Atlas..

Amanda me estresa, ¿Meterse en mi casa a intentar confundir a Joy? Eso es super infantil, tuve que mandar a cambiar mi super colchón cómodo por que no iba a dormir en esa cosa con fluidos asquerosos, hace veinte minutos quedó todo resuelto.

Merendamos con Joy, cada vez me cautiva más la rubia, tiene un encanto natural que te hace que te des vuelta a observarla y puedo decir que no es conciente del efecto que causa a su alrededor, está tan contrariada con su perfecto cuerpo que no ve lo magnifica que es.

—Atlas…— salgo de mi ensoñación con Joy por que la misma me esta hablando y yo colgado del banano.

—Perdón me colgué—suelta una risita.

—Pude darme cuenta, ¿En que pensabas? Estabas muy metido en tu mente.

—En vos pensaba— se le ponen las orejas coloradas bajando a sus mejillas, adorable.

—Muy gracioso, como te decía… Iker quiere que le haga un pastel al estilo Matilda—

—¿Matilda? No conozco ninguna Matilda ¿De donde lo sacó?— suelta una risa por mis preguntas.

—El de la pelicula, es todo de chocolate con relleno y cobertura de chocolate, y me imploro que se lo hiciera pero primero quería preguntarte— mmm chocolate… lamerlo por todo su cuerpo. Alto ahí Atlas.

—Esta bien, pero que coma un pedazo sino va a estar corriendo por todos lados por el azucar— le brillan los ojos de felicidad al haberle dado una respuesta positiva, me da un beso en la boca sin pensarlo y sale de la habitación moviendo esas caderas que me tienen loco.

—Vamos a tomar un té— grita desde el pasillo, sonrio por que esta comodidad me esta gustando y creo que demasiado.

—Voy..


—¿Que,  hizo qué?— pregunta Miko mientras hacemos pesas en el gimnasio del club.

—Se metió en mi habitacion con Logan, tuvieron sexo en mi cama y ella gritaba escandalosamente mientras yo no estaba para darle celos a Joy, no se que tiene en la cabeza— ambos se rien y Jhon que escuchó me grita.

—¡Que suerte tienen algunos hijos de puta! Nadie quiere al osito Jhon— nos reimos los cuatro, el osito Jhon es tremendo, si sigue jugandole bromas a sus citas creo que jamás tendra esposa.

—¡Cuando dejes de hacerte el muerto con tus citas vas a tener esposa!— le grita Joss.

Hace unas semanas tenia una cita con una chica super linda y amigable, esta ubiera sido la segunda cita si a Jhon no se le ubiera ocurrido la brillante idea de hacerse el desmayado, la pobre habia quedado traumada con un primo que se golpeo y se desmayó, cuando vio a Jhon así se echó a llorar desconsolada. Ahora Jhon se siente mal por la chica y no sabe como hablarle para disculparse.

—Mala mía, debí idear otro plan para impresionarla.

—Oh podrias ser tu mismo, eso creo que le gustaría más— le doy mi opinión.

—Al parecer a alguien le pegó el amour— Jhon bate las pestañas exageradamente.

Mi celular suena con un mensaje, lo saco del bolso donde lo dejé para que no se rompa, dejo las pesas en el piso, de fondo de pantalla tengo a Iker con Joy los dos llenos de harina, los sorprendí jugando y antes de que se dieran cuenta les tome una foto, mi preferida.

—”Atlas siento molestarte, mi mamá nos invitó a comer a los tres, quiere hacer su especialidad y quiere conocerlos, ¿Querés ir?“

Joy… un mensaje de ella, unas simples palabras y ya me siento idiotizado, es increible como me hace sentir, con ninguna otra sentí esto y me parece grandioso y horroroso a partes iguales, uno le entrega a otro el poder de destruirnos.

—Hay ya lo perdimos— espeta graciosamente Miko, haciendo que los otros dos idiota se partan de la risa.

—Ya callense bola de idiotas— me pongo en pie, recojo mis cosas para irme a casa, prefiero bañarme allá, necesito verla con urgencia— Nos vemos para el partido idiotas.

Salgo con mis cosas en mano, saludo a los que me cruzo en el camino hasta mi auto, me crucé con mi agente y quiere que forme una familia, ya la tengo pero nadie lo sabe.

—Papiiii vamos a ir a conocer a mi nueva abuelitaaaaa— sale corriendo mi hijo a recibirme, creo que ya es en vano contradecirlo, es luchar contra la marea por que aunque le diga lo contrario el hara lo que sienta.

—Que bueno hijo ¿Estas contento?, te extrañe— me abraza mientras lo levanto en brazos con sus ojitos brillosos me responde.

—Siii estoy muy contento, rápido entra a cambiarte así nos vamos— sale corriendo adentro, lo sigo pero mi objetivo es distinto, me encamino para el pasillo de su habitación pero al llegar no está, vuelvo y voy a la cocina encontrandola tomando agua, me acerco sigilosamente a su espalda.

—Tu olor lo puedo sentir hasta en la Antártida, Hola— me acerco con una sonrisa al ser descubierto, la sostengo de la cintura acercandola a mí para besarla.

—Te extrañe señorita Rubia— se ríe mientras le acaricio la cintura— estas hermosa el dia de hoy.

Se da la vuelta poniendo las manos en su cintura, ¡Dios no sabe lo que me provoca!

—¿Solo el dia de hoy estoy hermosa? Eso me ofende— la miro sorprendido, pero percibo un atisbo de sonrisa pícara descubriendo su broma.

La acerco más a mí, acaricio su nariz con la mía, comenzando a repartir besos por su cuello, se le escapa un suave gemido que me vuelve loco nublando mi juicio, la levanto en brazos para sentarla en mi cintura cruza sus piernas y me abraza desde el cuello.

—Te deseo Joy… ¿Vamos a tu habitación? Esta mas cerca que la mia— hablo desesperado, suspira sobre mis labios.

—Pero tendrá que ser rapido, esta Iker jugando con las locomotoras— suelto un gemido ronco, me apresuro a ir a su bendita habitación.

Al entrar la estampo contra la puerta, si será rápido no habrá tiempo de preliminares. Suelta un chillido de sorpresa que rapidamente se convierten en gemidos por mis caricias.

Me bajo el pantalón junto con el boxer, ella tiene puestos unos cortos por lo que como puedo meto mi miembro en un costado hasta llegar a su cálida entrada. Lentamente me deslizo en su interior, debo apretar la mandibula para no terminar tan rápido, su calidez y estrechez me vuelven loco.

—Oh… como extrañaba esto— dice entre gemidos, beso su cuello succionando mientras la embisto ferozmente.

—Me volver loco Joy— gimo sin contenerme, mi hijo no podrá escuchar nada.

—Te quiero Atlas— grita cuando se corre sobre mi miembro, automaticamente me corro en su interior.

No dejo de mirarla, ella… me quiere, siento un calor en mi pecho que me reconforta.

—Te amo preciosa— suelto sin pelos en la lengua, hace tiempo que me vengo guardando esa palabra, siempre la tengo en la punta de la lengua.

—Te amo Atlas— sus ojos brillan y creo que los mios también, sigo moviendome haciendola estremecer.

—Deberias bañarte fortachon, así vamos, Iker esta ansioso por conocer a su nueva abuela— nos reimos, la beso con hambre por que soy conciente de que jamás tendré suficiente de ella.

—Acompañame— en brazos como estaba preparo la ducha en el baño de su habitación.

Ella se recuesta en mi hombro, por mi parte la abrazo fuertemente, no quiero que se aleje jamás de mi lado, podria enloquecer sin ella.

El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora