Capítulo 34

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Atlas..

—¿Y bien me vas a decir que ocurre?— me pregunta mi abuela de brazos cruzados.

Miro para otro lado reuniendo valor para confesarle todo.

—Ella me rompió— mi voz sale temblorosa cuando hablo.

—¿Quien? ¿Que cosa?— pregunta confusa.

—Joy. Me rompió el puto corazón, la vi con otro— río sin gracia desplomando mis hombros.

—Hijo— levanto la vista al sentir el apodo que siempre utiliza conmigo. Y no lo dice enfadada, usa un tono más dulce— ¿Cuándo creiste verla?

Sus preguntas son raras.

—Hace un mes— un jodido mes sin ella. Pienso con tristeza que camuflo con un carraspeo.

—¿Y donde la viste?— sus preguntas me están impacientando.

—Me enviaron una imagen. Ella de espaldas besando a otro hombre— ahora que lo pienso. Me suena extraño.

—¡Que raro!— dice con sarcasmo impregnado en su voz— por que la ultima vez que la vi, estaba de blanco.

¿Blanco? ¿Se casó?

—¿Q-que?— suspira profundamente.

—Lo siento, me refiero a blanco de yeso, sólo el torso y la cara no tenía yeso. Cielo a Joy la atropellaron— asimilo sus palabras. Entrando en shock— Y por tu reacción comprendo que no lo sabías. ¿Donde está tu móvil?

Bajo de la nube de confusión. Dirijo mi mirada al cajon a lado de mi cama. Recordando que hace un mes está apagado dentro.

—Está apagado en el cajón en la masita de luz— se sienta a mi lado desplomandose con un profundo suspiro.

—¿E-ella como esta?— mi voz sale temblorosa y quebrada. Trato de mantener la compostura para no derrumbarme. Pero me está costando mucho.

—Mal hijo, la atropellaron y no fuiste a verla ningun día creyendo una imagen que no sabes si es verdad— mierda. Se ve peor de lo que estoy tratando de asumir.

—¿Como ocurrió?— el corazon me está latiendo desenfrenado.

—Al parecer los paramedicos que la encontraron dijeron que se dirijiria al jardín. Y vi las cámaras de seguridad donde efectivamente iba cruzando cuando algo captó su atención en el celular un segundo donde casi le costó la vida.

Mi Joy.. Posiblemente la cague a lo grande. Mis ojos están llenos de lágrimas cuando me giro a la derecha para agarrar el celular y prenderlo. Mi teléfono es invadido de notificaciones de muchas llamadas y cientos de mensajes.

<Atlas.. A-atropellaron a Joy. Estoy intentando comunicarme contigo y no ocurre nada. Ella te necesita corazón. No le falles.>

Lo siento Mezvcka... Le falle.

Sigo mirando los mensajes entrando al último enviado por John.

<Amigo estoy llegando a tu casa. Necesitamos hablar urgente>

Su mensaje me hace fruncir el ceño.

—Debes tomar una decisión en consecuencia corazón. Me llevaré a Iker a tomar un helado— la miro mientras se pone de pie.

—Gracias abuela. Por todo— me acaricia el rostro mientras me da un beso en la frente.

—Todo va a estar bien mi cielo— se dirije a la puerta y se va dejandome con mis pensamientos.

                     

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El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora