Joy..
A la mañana temprano Atlas trajo el desayuno a la habitación, comimos en un ambiente muy agradable, me sentí liberada al contarle esa parte de mi pasado por mas pequeño que sea, fue importante para mi.
—Joy… joy ¿Vamos a jugar afuera?— viene corriendo hasta la cocina.
—Me parece genial así regamos las flores que trajimos ayer, ¿Te parece?— aplaude mientras festeja por ir afuera— ponete un abrigo así no te da frio.
Corre al perchero se pone su campera y corre con la mia en sus manos, le agradesco y luego de abrigarme yo también, salimos ambos al mundo exterior. Todavia me es impactante el ver todo tan pulcro y ordenado en el patio, cesped perfectamente cortado, arbustos redondeados, fuentes hermosas con el agua cayendo sobre ellas, además de los juegos instalados cuidadosamente por Atlas, cada vez mas tengo la certeza de que Atlas es un controlador insufrible, aunque conmigo se controla.
Vamos juntos a las hamacas, mientras nos reimos por las caras que hacemos cada tanto miro la entrada por si llega él, aunque sé que todavia es muy pronto.
—Joy, ¿Como se llama tu mama?— me saca de mis pensamientos su dulce vocesita.
—Mi mama se llama Mizvka— su cara expresa pura curiosidad.
—¿Cuando es tu cumpleaños?—le pregunto aunque ya lo sé, veintitres de agosto.
—Cumplo el veintitres de agosto, ¿Me vas hacer un pastel? Quiero uno de mucho chocolate como el de Matilda.
Recuerdo que miré esa pelicula con mi mamá y despues creia que podia mover las cosas con la mente, triste fue la realidad que lo unico que logré fue torcerme el tobillo por una mala postura.
—Le voy a preguntar a tu papá, ya sabes que no le gusta el dulce, quiza puedo hacer uno vegano—arruga su carita graciosamente.
—Te va a decir que no, por que dice que hace mal, pero creo que si como un poquito no me va a pasar nada, porfissss quiero pasteeeel—hace pucheros muy dulces a mi parecer.
—Hablo con él primero y luego te digo su decisión, ahora vamos adentro, vas a jugar en tu habitación mientras dejo ropa lavando.
—Bueno, ¿Luego podemos comer galletitas y mirsr dibujitos?— asiento y sale corriendo a su habitación a jugar un rato.
Entro a la casa y veo que termina de subir las escaleras hacia su habitación, agarro un canasto para juntar la ropa de los baños para lavar, Atlas me pidio que le levara el uniforme que tiene sucio, me dispongo a subir la escalera y siento ruidos raros.
Me paro al final de la escalera para intentar escuchar el extraño ruido, se sienten gemidos… de mujer.
Con miedo me acerco a la habitación de Atlas, extrañamente está cerrada la puerta cuando él la deja abierta, otra cosa rara es que no avise cuando llegó, tengo una mala sensación.
Los gemidos se hacen mas escandalosos, me debato entre abrir o no hacerlo, no quiero verlo con otra mujer cuando hace horas me pidió que seamos algo formal, eso me rompería. Decido mirar, así si tiene que doler lo hará de una sola vez.
Estiro la mano con el corazón latiendome super fuerte como si estuviera corriendo una maratón, mi mano no alcanza a rozar el picaporte por que soy detenida por una gran mano, el alivio es inmediato.
—No hables preciosa, ¿No te lo habrás creido?—niego con la cabeza por que me tapa la boca para que no grite—Esa es mi chica, jamás podria volver a tocar a ninguna mujer que no seas vos Joy.
El esta a mis espaldas, una mano está tapando mi boca y la otra me abraza desde la cintura, puedo sentir su mano haciendo pequeños circulos en mi cadera poniendo mi piel de gallina.
—Esto se termina ahora mismo, no puede interrumpir en mi casa por que sea una ardida que no soporta el rechazo— ¿Él la rechazo? Y si lo hizo ¿Por que razón?
—¿Por que la rechazaste?—detiene sus movimientos gira la cabeza para mirarme, levanta un costado de la boca formandosele un oyo super adorable dandole una imagen mas aniñado.
—Por que a la que quiero es a una rubia que cada vez que la veo me vuelven los latidos a la normalidad— quedo helada por su confesión.
—Jamás me habian dicho algo así, jamás me eligieron a voluntad—me acaricia la mejilla en un gesto tierno.
—Yo lo hago— abre la puerta de la habitación encontrando a Amanda con un rubio, cuando escuchan la puerta, ella pega un grito del susto y él se cae de la cama de Atlas, ¡que asco!
—¿Que mierda significa esto?— se acomodan la ropa para estar mas presentables, la mujer esta colorada, yo supongo de la verguenza por haberle salido mal el plan.
—Volviste antes, hola querido, te estaba esperando—miente descaradamente, puedo ver lo nerviosa que está por como tuerce los dedos.
—¿Quien te dio permiso para entrar en mi casa? ¿Quien te crees que sos Amanda? El sexo entre nosotros se terminó— ahora puedo ver furia en la expresion de ella.
—¡A mi nadie me deja! Y menos por ésta… vaca— quiere ofenderme pero para su desgracia no me afecta lo que diga.
—Fuera de mi casa, ¡AHORA! Primero antes de hablar de Joy te lavas la boca ¡¡trepadora!!— le grita Atlas colerico, le agarro la mano para que se calme por que no quiero que se altere, aunque me dan ganas de abofetearla.
El joven con el que Amanda estaba se escabullo como rata asustadisa, sin que nadie se diera cuenta, o al menos los otros dos que están enfrascados en una discusión.
—¿La defendes a ella? ¿A esta zorra?— se quiere venir encima mio a pegarme pero pongo en practica uno de los entrenamientos de mamá y la hago que se ponga de rodillas con solo tocarle un dedo.
—Primero querida, a mi nadie me pone una mano encima, segundo mas zorra sos vos estas en una casa ajena revolcandote en una cama que no te pertenece a mi me daria verguenza siquiera seguir acá— la suelto quedabdo abatida en el piso, levanta la cabeza y mientras se pone de pie amenaza a Atlas.
—Estas me las van a pagar, a mi nadie me humilla, voy a decir ante las camaras que tenes un hijo escondido que te vergüenza mostrar— Atlas se le acerca amenazante.
—Intenta hacerlo y me asegurare que no pises una pasarela nunca mas en tu vida, a mi no me amenazas y metes en tu puta oración a mi hijo, no me jodas Amanda por que se joder peor— huye de la habitación y corre escaleras abajo, unos segundos después se escucha el portazo de entrada.
—Siento mucho todo esto, no se que le pasa, ¿Estas bien?— asiento, quedamos en silencio para nada incómodo, me reconforta mucho— lo que te propuse con unos grados de alcohol encima fue totalmente cierto Rubia.
Me acerca a su pecho envolviendome con sus fuertes brazos, me besa las mejillas hasta llegar al filo de mis labios.
—Tengo que pensarlo, no te enojes ¿Si?
—No me voy a enojar, esperaré aunque se me vuelva dificil hacerlo cuando sos una tentación constante— me da un suave beso en los labios, nos separamos y justo entra Iker corriendo a saludar al papa.
—Papiiiii ¡llegaste!—se tira a sus brazos y ambos caen al piso entre risas.
—Hola precioso, ¿Te portaste bien con Joy ?
—Super bien papi , regamos las plantas que compramos hace unos dias, ¿Vamos a desayunar?—nos reimos con Atlas.
—Es merienda corazón— le corrijo.
—Eso lo que Joy dice, tengo hambre— se ponen ambos de pie, Atlas roza mi mano con sus dedos de una manera tierna e intima.
—Entonces desayunemos los tres juntos— ambos me dan la mano y bajamos juntos a merendar.
Podria acostumbrarme a esta vida, aunque debo tomar las cosas con calma.
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El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)
RomanceAtlas es un jugador estrella de Rugby, es el chico adorado de los fanaticos de dicho deporte. lo que nadie sabe es que puertas adentro de su casa, él es padre soltero cerrado al amor por cosas pasadas por lo que su vida se centra en su profesion y...