Joy..
Vamos en completo silencio en el auto, no es uno agradable se siente la tensión que hay y no me agrada, quisiera decir algo para arreglar las cosas pero seguro no seria lo mas prudente dadas las circunstancias.
Voy mirando la ruta por donde vamos por que extrañamente va a mas velocidad de lo que acostumbra y tengo miedo de que tengamos un accidente.
—¡Cuidado!— grito cuando un auto se cruza en el camino, Atlas maniobra para no chocar pero me golpeo la cabeza con la ventana por la frenada.
Lo único que me importa es el bienestar de Iker, Atlas puede irse a la mismisima mierda, no entiendo si enojo, seguramente metí la pata en algo que yo no sabia, como la vez del cafe.
—¡Papaaaaa!— grita Iker asustado, me giro en su dirección y al detallarlo no tiene ningún rasguño.
—Shh tranquilo pequeño, ¿Estas bien?— asiente afirmativamente con la cabeza—Bien todo esta bien, no tengas miedo sólo tu papá tuvo que frenar por un auto que se cruzo, pero todo esta bien.
—Sentate conmigo Joy, porfis— me suelto el cinturon de seguridad y me cruzo con él que está aterrado, rapidamente me abraza al estar a su lado, Atlas nos mira por el espejo retrovisor para luego poner nuevamente en marcha el auto.
Veinte minutos después llegamos a la casa, todo sigue en completo silencio, Atlas abre la puerta y espera a que entremos los dos, luego el entra cierra la puerta, Iker sube a su habitación diciendo que quiere ver a luci su locomotora. Quedando a solas con el padre que no me mira a la cara, puedo ver su expresion de total enojo.
—No debiste ir con él allá, no debiste aparecerte— me dice entre dientes, haciendome pegar un saltito del susto por hablar de golpe.
—Lo-lo siento, pense que era buena idea pasarte a buscar para merendar los trea juntos en una confiteria nueva, te pido perdon si estuvo mal— se da la vuelta encarandome con la mirada desorvitada por la ira, no me amilano no le tengo miedo.
—Ese es el problema que vos tenés, no pensas, no te pago para que pienses, te pago para que cuides de mi hijo, no siquiera te pago para que te metas en mi cama, sólo quiero que cuides a mi hijo, llevándolo allá sólo hiciste que corriera peligro.
Sus palabras calan hondo, rompiendo todo a su paso, entiendo que me equivoqué, pero sus palabras estuvieron de más.
—Realmente lo siento, no volverá a pasar— enarca una ceja con cara de fastidio.
—Eso espero— espeta de forma seca— en unos momentos vendra Amanda, hacela pasar a mi habitación.
Se da media vuelta subiendo las escaleras a su habitación, ahora me siento furiosa, pero es sólo mi culpa por darle el poder de tratarme así, me siento humillada y patetica, mala combinación. Como ya es viernes en la tarde pensaba irme con mi amiga Akira a pasar el fin de semana con ella, pero pensandolo bien me voy a ir con mi madre y Tom.
Decidida me dirijo hacia mi habitación a prepararne un bolso con las cosas que podre necesitar, haciendo tiempo mientras llega la desagradable, con esto me demuestra que lo que yo sienta a él no le importa. Ya teniendo todo ordenado siento que tocan el timbre, me dirijo a abrir así me largo de esta casa aunque sea por unos dias.
—Ho.. Correte sirvienta que vengo a ver a mi novio, ¿Te dijo que nos íbamos a reconciliar?— me mira con suficiencia.
—No me interesa lagartona, ups digo señorita, pasa de una vez— me corre a un costado con cara de asco, se dirije a las escaleras pero antes se gira en mi dirección.
—Al final las lindas siempre ganamos— ese comentario superficial me saxa una carcajada.
—Hay por favor, deberias tener mas dignidad, pero seguro no conoces la palabra— se gira enojada comenzando a subir las escaleras.
Me largo de acá, no quiero escuchar nada.
Luego de no se cuanto llego a lo de mi mama, que por tantos años fue mi hogar, es relajante.
—¡Hijaaa!— sale mamá a recibirme, no le dije que venía por el fin de semana.
—Mami, vine a pasar el fin de semana con ustedes, perdón que no avise antes.
—Esta siempre será tu casa cielo, no necesitas avisar, ¿Estas bien?— debo tener mala cara.
—Nada que unos apapacho de mami curen, no es nada ma solo los extrañaba y quería venir— mamá sonríe complacida aunque seguramente no se cree del todo mis palabras pero no insiste y lo agradezco.
—Eso suena perfecto, vamos a tomar algo en lo que esperamos a que vuelva Tom del trabajo así salimos a comer los tres— salir me vendrá bien.
—Suena a un plan fantástico— aplaude mamá con alegría mientras vamos entrando a la casa con mis cosas.
Atlas..
—Bueno yo opino que te fuiste al carajo al decirle asi, jamas le explicaste el por que no lo llevabas a Iker a los entrenamientos la chica no es adivina y empañaste una linda actitud de ella— me reprende Joss con Miko asintiendo a todo lo que el otro dice.
—Concuerdo con él, creo que deberias haberlo tomado con calma, con Ag aprendí a mantener mas la calma— suelta un suspiro de idiota enamorado al nombrarla.
—Lo sé, ¿Si? Otra vez la volví a cagar pero tuve pánico de que otra vez se vuelva a repetir lo de antes, y se que van a decir que el culpable está muerto, lo sé, pero el miedo todavia sigue intacto— se me forma un nudo en la garganta que no me deja respirar, me golpeo el pecho para que siga su curso.
—¿Que pasó cuando llegaron a la casa?— esta creo es la peor parte, la decepción que vi en sus ojos cuando la nombre.
—Ademas de decirle que no era nadie y que le pagaba para cuidar de mi hijo, que no siquiera le pagaba por estar en mi cama— miro a otro lado, me envarga una verguenza asquerosa por que me pase de la raya hablándole así. Miko se tapa la cara no creyendo que sea mas idiota.
—Serás idiota— Miko se refriega la cara con ambas manos en modo frustración.
—Concuerdo con este idiota, no tenes remedio— ahora habla Joss, se ponen de pie ambos como si se ubieran puesto de acuerdo. ¿Se van?
—Hay algo peor ¿no?— no se a donde mirar, me siento estúpido.
—Le dije antes de subir las escaleras que vendria Amanda que la dejara pasar a mi habitación— ambos aplauden incrédulos.
—El primer premio al idiota del año al final lo tenias guardado amigo, me largo, siento que quiero golpearte y no soy el afectado, imaginate como la hiciste sentir— como la mierda.. Pienso.
—No me lo recuerdes, ahora tengo que disculparme de rodillas, tendre que rogarle que me escuche y me de otra oportunidad— Miko me palmea la espalda mientras pasa por mi lado.
—Suerte con eso amigo, yo hiria preparandome, y para futuros malos entendidos, y ojo no me creo un experto es solo que aprendí con Ag, las oportunidades se acaban y la gente se termina cansando, te recomiendo que no agotes su paciencia es buena no estupida— con esas palabras ambos se van dejándome con mis pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)
RomanceAtlas es un jugador estrella de Rugby, es el chico adorado de los fanaticos de dicho deporte. lo que nadie sabe es que puertas adentro de su casa, él es padre soltero cerrado al amor por cosas pasadas por lo que su vida se centra en su profesion y...