El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)

Capítulo 21

Atlas..

La mamá de Joy es increible, ya me agrada solo con verla interactuar con mi hijo, lo trata como si fuece su nieto de toda la vida y mi hijo no se despega de su lado.

—Señora Mezvka ¿Puedo preguntarle algo?— aprovecho a ir a la cocina ya que Joy esta con Iker mirando las fotos de ella de bebé.

Se da la vuelta con la cuchara de madera en mano me apunta.

—Vuelves a llamarme señora y nadie encontrará tus restos corazón, ahora dime lo que querías.

Suelto una carcajada haciendo que ella se ría también conmigo.

—Quiero llevar a Joy al cine, y como usted cuidó tan bien de la bella rubia me preguntaba ¿Podria cuidar de Iker unas horas? Obviamente si puede no quiero comprometerla.

—No tengo ningún problema corazón, solo dime una cosa, ¿Que planeas con mi niña? Por que ella sufrió mucho con el abandono de su padre, con el tema de las computadoras pudo tener un escape del dolor, pero sigue estando ahí y no quiero que sufra— yo tampoco quiero que sufra.

—Solo quiero hacerla feliz, quiero verla brillar con su luz toda la vida haré lo que tenga que hacer con tal de hacerla feliz— esboza una sonrisa complacida.

—Eso quería escuchar, decile a Iker que venga conmigo a ayudarme a hacer la torta para la merienda, no te preocupes que estará en buenas manos, además se como defenderme ¿Quien crees que le enseñó a tu rubia?— me guiña un ojo, le agradezco y salgo a buscar a mi joy.

Salgo de la cocina para encaminarme al living, al llegar Iker está a upa de Joy mirando juntos fotos mientras se ríen.

—Hijo… lamento interrumpirlos pero te llama Mezvka, me voy a llevar a Joy y te quedas unas horas con tu nueva abuela— se baja corriendo de las piernas de Joy, rumbo a la cocina antes de pasarme me abraza me pide que me acerque a el.

—Regalale flores papi— me dice al oido.

—Lo tengo todo planeado campeón, ahora andá que venimos mas tarde.

—Adios mami Joy..

Luego de mirar a mi hijo desaparecer en la cocina me giro en dirección a la rubia despampanante.

—¿Lista?— ella está sonriendo por lo que le dijo mi hijo, los adoro a los dos, me mira confundida.

—¿Lista para q..— no la dejo terminar de hablar, la sujeto de su mano llevandola conmigo para la entrada de la casa, al salir cierro la puerta tras ella, saco la alarma de mi camioneta para abrirle la puerta a mi chica, se que ya es mia aunque ella no quiera aceptarlo.

—Tenemos una cita preciosa…

El brillo en su mirada me confirma que le gustó mi idea.

Mierda siento un tipo de electricidad recorrerme la espalda, estamos a punto de jugar un partido bastante importante, si ganamos estamos mas cerca del triunfo por ende de ganar el mundial, con este triunfo pasariamos a octavos…

Mierda… mierda… y mas mierda.

Perdimos 74 a 60 no se que pasó, estabamos jungando bien hasta que todo cambio, siento una rabia por que perdimos la oportunidad de pasar tranquilamente a octavos sin preocuparnos pero ahora deberemos jugar contra otro para poder entrar entre los ocho mejores.

Los chicos quisieron darme animos con respecto a los proximos partidos pero ahora estoy muy molesto el entrenador se acerca a los vestuarios a darnos una charla, el resto de mis compañeros me dejan lidiar solo con mi enojo sin acercarse a mí.

—Muchachos… lo hicieron bien, fue un partido duro y ellos nos sacaron ventaja, pero todavia tenemos una oportunidad de avanzar, no decaigan lo hicieron bien—me siento furioso y sus palabras no me calman.

—Para mí no estuvimos bien, tuvimos fallas en recepción y agilidad, pareciamos novatos en el campo de juego— me mira serio el entrenador, al resto del equipo no los miro.

—Deberias tranquilizarte Wells, sí, tuvimos fallas pero en los entrenamientos vamos a corregirlos mi consejo es que te des una ducha fria y calmes furia— se retira del vestuario y nada me calmó.

—Me voy a duchar— les aviso a los chicos que han permanecido callados.

Decidí bañarme con agua fria para relajarme, siento un ruido pero deben ser el resto de los chicos que se van a duchar.

Cierro los ojos y siento unas manos en mis pectorales, ¿Joy pudo venir?

—Que buen juego guapo— ¿Amanda? Me doy la vuelta completamente desnudo encontrandola con solo lencería negra.

Se me pasó por la mente sacarme mi frustración con ella, pero veo los ojos de Joy y no puedo hacerle esto, no es correcto, además la pelirroja ya no provoca nada en mí.

—¿No estas contento de verme? Yo te extrañe mucho, quiero sentir tus embestidas de furia y que me partas a la mitad— necesito salir de acá.

—No se quien te dejó entrar pero entre nosotros ya no hay nada ni nunca lo habrá, por favor retirate por las buenas— muestra una sonrisa pícara que ya no provoca nada en mí.

«huye Atlas»

Voy hacer caso a la voz de mi conciencia, no pienso perder a Joy por una loca que no quiere entender que el sexo se acabó.

—¡Joss!— grito llamando a mi amigo, respiro profundo por que no quiero entrar en pánico, viene trotando a las duchas.

—Pa que soy… Apa ¿Que hace así?— no quiere ni mirarla a la loca, en cambio me mira a mí con ojos desorbitados.

—Se equivocó de lugar, pero… podemos llamar a Jhon— Amanda me mira extrañada.

—¡JHON!— entra caminando desganado— mira el regalito que te tenemos acá— le dice Joss, Amanda voltea a mirarme y tiene las mejillas encendidas ante la mirada de nuestro compañero que parece comerla con la mirada.

—Mierda, que buen culo, ¡Que modales! Disculpa linda, me llamo Jhon… Jhon Garber— el susodicho se reprende pero luego se auto corrige, le extiende la mano y ella toda timida se la da, poniendose más roja.

«Le gusta el osito Jhon»

—Sos como un osito de peluche— la mirada de Jhon se oscurece y se acerca a la pelirroja, ella un poco timida se acerca hasta que lo tiene frente a ella y sin esperarlo salta a los brazos de el.

—Puedo ser todo lo que quieras linda, chicos me cierran la puerta a la salida, Jhon tiene que consentir a esta muñequita— Amanda suelta una risita risueña y se meten a un cubiculo con ducha, apenas sentimos un gemido salimos corriendo.

«La ropa querido»

Mierda, me visto rapido y cuando los gemidos se hacen mas fuertes es cuando por fin salimos de este loco lugar, con Joss nos miramos sin entender nada.

—Bueno parece que Jhon encontró a la ideal— concuerdo con él.

Salimos corriendo hasta el colectivo que nos llevará hasta el aeropuerto para volver a casa.