Capítulo 31

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Joy..

Hace una semana desperté en el hospital encontrandome con la cintura para abajo toda rota, los brazos yesados y una contucion por el impacto, lo positivo es que sigo viva.

También hace una semana que no se nada de él, me duele mucho su traicion ademas de que no vino a verme ni intentar arreglar las cosas... Aunque pensándolo bien se puede ir a la mierda, lo único que me entristece es no volver a ver a Iker.

—¿Como te sentis corazón?— miro hacia la fuente de la voz encontrandome a Estela, la abuela de Atlas.

—Estela.. ¿El?— niega con la cabeza ante mi pregunta no formulada, algo dentro de mi se comprime dolorosamente.

—¿Que ocurrió linda? Anoche me aviso tu mamá del accidente por que no podia comunicarse con Atlas y vine lo más rápido que pude ¿Estas bien?— me abraza como puede a pesar de todos los claros obstáculos por los yesos.

—Me siento un poco adolorida, confundida, triste, vacia, sola, muchos sentimientos juntos que me están abrumando— solo ahora me voy a permitir llorar por todo, luego de este momento no lo volveré hacer..

—Lo siento tanto cielo, ¿Que fue lo que ocurrió?— desvió mi mirada para que no vea el dolor en mi expresión pero es inevitable de que no se dé cuenta. Al fin de cuentas estoy lisiada en esta condenada cama.

—Iba a buscar a Iker por que estaba descompuesto me habian llamado del jardín, intente contactar a Atlas pero no me conectaba la llamada, hasta que al tercer intento atendió... Alguien, para este momento estaba intentando cruzar la calle cuando me llegó una imagen maliciosa desconcentrandome. Bocina. Auto. Impacto en mí— trato de mover los hombros sin recordar mi posición. Que me ocasiona un dolor agudo en todo el cuerpo.

—Me estas ocultando información cielo, ¿Quién te atendió y que contenía la imagen?— no estoy segura de querer decírselo, no quiero ocasionar malos momentos entre ellos, al fin y al cabo él es su nieto, no yo.

—Creo que esos datos me los guardaré, no quiero que discutan entre ustedes. No es esa mi intención en absoluto— me da una mirada de comprensión a mis palabras, es mejor que las cosas queden así.

—Respetaré tu decision cielo. Aunque quisiera saber que ocurrió mas a fondo, pero comprendo que no es mi deber saberlo, solo espero que te recuperes prontamente y que todo te salga bien— le sonrió por que siempre fue buena conmigo.“«a

—Gracias Estelita, ahora contame del pequeño Ik, ¿Cómo está? Lo extraño muchisimo, me habia acostumbrado mucho a estar con el— recuerdo esos momentos provocándome que mis ojos se llenen de lagrimas.

—Oh es tan testarudo como lo era mi pequeña Mari, incluso lo es peor que su padre Atlas, por que no da el brazo a torcer, quiere saber donde estas, cuando vas a volver por que te extraña— sonríe mientras me cuenta todo lo que dice el pequeño.

Lo extraño tanto..

Estela me hizo compañía mas o menos por unas dos horas más, luego tuvo que retirarse por que la llamaba Kimberly. Automaticamente entro Tom, quien es el que se a quedado mientras mama iba a bañarse.

—Ahora que no hay moros en la costa me vas a decir con lujo de detalles que ocurrió, y no acepto excusas a medias— lo miro fijamente sintiendo una opresión en el pecho. El se a portado como un padre para mí sin tener la necesidad de aguantarme pero aún así siempre estuvo para mi. Contarle quizá omitiendo ciertos detallitos no haría nada mal.

—M-me habían llamado del jardín para retirar a Iker por que estaba descompuesto. Entonces tome mis cosas y me fui rápido para alla— respiro un momento por que me cuesta un poco hablar.

El sueño de Atlas (#3 S. Amores Tercos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora