14 de febrero

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Amor te invito a bailar.

Tal vez no desees seguir el ritmo.

Tal vez no puedas igualar mis pasos.

Tal vez no sepas bailar.

Tal vez ni siquiera te guste la danza.

Incluso tal vez no quieras perder el tiempo.

Pero si aceptas, amor, si me das el gusto de acompañar tu triste melodía, no habrá canción en el mundo que te haga bailar como mis besos.

No habrá sensación que no desees repetir más que la de sentir mis manos en las tuyas mientras vives la letra de una magistral sinfonía.

Y si algún día, quisieras lanzarte a esos momentos atemporales, si algún día el ritmo te llena el pecho y olvidas tus pasos, te prometo, amor, te enseñaré nuevamente a bailar.

Te enseñaré lo hermosos que nos vemos, en perfecta armonía.

Descuida amor, yo te enseño a bailar, y con ello, a detener el tiempo.

Anatomía de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora