17 de julio

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El tiempo ya no da.

Ya no da para ilusiones y sueños.

Ya no alcanza para utopías.

No le caben hipocresías.

Le falta material para construir los castillos en el aire.

Sé que este camino va directo al precipicio.

Sé que tal vez se escogió la respuesta incorrecta.

O tal vez mi reloj se paró.

Cuando el tiempo se detiene y solo sabe dar marcha atrás debe ser presagio de un futuro inexistente.

Somos víctimas de un asesino en serie, o de nuestras malas decisiones.

Y a veces, solo a veces me rindo un poco.

Porque entiendo.

Entiendo que el tiempo nos gana, que las ganas se van y que te vas con ellas.

Y que decir te amo se volvió costumbre, no realidad.

Entiendo que al final no damos para tanto.

Y no me gusta perder el tiempo.

Anatomía de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora